García Ortiz propondrá a una fiscal que defendió la ley del 'sí es sí' como jefa de Sala Penal del Supremo

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, cerrará el año con una nueva hornada de nombramientos de fiscales, tal y como adelantó El Debate, antes de que se conozca el resultado del volcado de su teléfono móvil, en manos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, clave para la causa en la que se encuentra imputado en el Supremo por un presunto delito de revelación de secretos. García Ortiz se sentará, hoy, de nuevo, a partir de las 09.00 horas al frente del último Consejo Fiscal (CF) de 2024.

Así las cosas, el titular del Ministerio Público ha previsto cubrir una de las cuatro jefaturas de Sala de la Sección Penal que ha quedado vacante en el Supremo tras la salida, por jubilación, de la fiscal Pilar Fernández Valcarce. Y, para ello, ha pensado, una vez más, en un perfil afín. La actual fiscal de Sala coordinadora de Violencia sobre la Mujer, la salmantina Teresa Peramato, a la que hace un tiempo ascendió a la máxima categoría de la Carrera.

Peramato, considerada en el seno de la Fiscalía como una «integrista ideológica» en la materia, defendió públicamente la Ley del 'sólo sí es sí' como una norma «buena» que permitirá a los Tribunales proteger a las víctimas más y mejor que de lo que se hacía con el Código Penal antes de la reforma. Cabe recordar que el texto permitió la excarcelación anticipada de violadores y pederastas condenados por delitos muy graves en nuestro país, lo que obligó al Gobierno a retocarla, tras la alarma social generada.

Sin embargo, la fiscal Peramato consideró, en línea con las directrices de García Ortiz sobre la misma, que la ley ofrecía «muchísimas posibilidades para proteger más a las víctimas que la legislación anterior porque centra precisamente la respuesta en la ausencia de un consentimiento expreso y libre».

En relación con el nuevo puesto para el que parte como favorita, la salmantina se medirá con otros veteranos compañeros que, según ha podido saber este diario, la superan en antigüedad y con trayectorias muy reseñables: Ávaro Redondo, Isabel de las Cuevas, Ángeles Garrido y Rafael Escobar (que es el único por detrás de ella entre los peticionarios de la plaza).

García Ortiz ya suscitó una agria polémica en la elección del último fiscal incorporado a la Sala Penal del Alto Tribunal, al designar a Fernando Prieto, quien no sólo no recibió los apoyos mayoritarios de los vocales del Consejo Fiscal sino que, además, habría calificado de «excesivo», con anterioridad a su propuesta, pedirle a su hoy superior jerárquico que dimita por estar imputado.

García Ortiz es consciente del papel preeminente de los fiscales jefe del Ministerio Público en la Sala Segunda del Alto Tribunal. No sólo en el asunto penal que le afecta a él personalmente, sino en otras cuestiones como la imputación por corrupción del ex ministro de Transportes socialista, José Luis Ábalos, directamente ligado con la trama liderada por el empresario Víctor de Aldama que ya salpica al Gobierno de Pedro Sánchez.

Según fuentes consultadas por este diario, también está previsto que García Ortiz promueva los nombramientos de las dos plazas de urgente y especial necesidad creadas, recientemente por el Ejecutivo: una de fiscal de Sala de Delitos Económicos y otra de fiscal de Sala de Delitos contra la Administración Pública. Cada una de estos nuevos puestos contará, a su vez, con dos plazas más de fiscales adscritos.