
El portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León, Juan García-Gallardo
García-Gallardo dimitió tras negarse a firmar la expulsión de los dos diputados díscolos
Vox considera que los dos procuradores expulsados estaban impulsando una «operación para socavar el partido»
El ya exportavoz en Castilla y León asegura que su decisión «es independiente» de la de aquellos que han «desafiado públicamente» a la dirección
Tras conocerse el viernes a última hora que Vox había decidido expulsar a dos procuradores de Castilla y León, después de que lanzaran un manifiesto en el que, entre otras cosas, criticaban falta de democracia interna, la salida de los gobiernos autonómicos y exigían volver al ECR en Europa, el grupo de Giorgia Meloni, los acontecimientos se han precipitado hasta desembocar en la dimisión de Juan García-Gallardo.
El que hasta esta mañana era portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León se negó a firmar la expulsión de los dos diputados críticos con la dirección nacional. Es lo que ha esgrimido en rueda de prensa el portavoz nacional del partido, José Antonio Fúster, que ha reprochado a esos dos procuradores, a los que ha tildado de «oportunistas» haber puesto en marcha una «operación» para «socavar» el partido. No obstante, ha negado que García-Gallardo participara en esta operación, aunque sí ha apuntado que al negarse a firmar su expulsión, no la ha «condenado». «Si no renunciara, si se hubiera puesto en rebeldía, diría que está participando en esa operación. Pero si dice 'no quiero condenar esta operación', pero me voy...», ha indicado a preguntas de la prensa.
García-Gallardo ha comunicado esta mañana al Comité Ejecutivo Nacional, al presidente del partido, Santiago Abascal, y al secretario general, Ignacio Garriga, su renuncia, y ha compartido en redes sociales su decisión a través de una carta. Según trasladan fuentes del partido, preguntado por los explicaciones, se ha remitido al escrito.
Fúster ha señalado, por otro lado, que «su marcha y su forma de marcharse pone contentos a todos los que ansían frustrar la alternativa». Y respecto a las críticas en este caso de los dos diputados expulsados, ha indicado que, si bien es normal que en los partidos haya discrepancias y críticas, «una cosa es discrepar y otra es socavar un partido», que a su juicio lo que han tratado de hacer estos dos procuradores.
En su comunicado, Juan García-Gallardo explica que entró en un proyecto «unido, pero ancho, en el que existían y cabían pluralidad de liderazgos y carismas», una situación que, a su juicio, «ha cambiado». «La dirección del partido ha ido ocupando cada vez más espacio en detrimento de los demás», apunta, aunque señala también que esto «no es necesariamente malo por sí mismo, distanciándose de aquellos defensores de la »'democracia interna' absoluta y las primarias para la selección de los candidatos a cargos electos« y tildando de «inevitable» en un partido la «ley de hierro de la oligarquía».
Él mismo asegura su decisión es independiente de quienes «han desafiado públicamente» a la dirección nacional de Vox, en alusión a los díscolos que han impulsado una plataforma y un manifiesto cuestionando, por ejemplo, el cambio de grupo en la Unión Europea. Y recalca en este sentido que sus «discrepancias» con la dirección no tienen que ver con ello, sino que su decisión -reitera- «es personal e independiente».
En un mensaje posterior, en el que denuncia un intento de «manipulación» de sus palabras, insiste en que no apoya «en absoluto» los motivos que han llevado a sus excompañeros de bancada en las Cortes a «desafiar» públicamente a la dirección de Vox y pide seguir apoyando al partido: «Es lo que voy a hacer yo, por el bien de España».