
Concentración tras el asesinato de una trabajadora social en Badajoz
Los dos menores detenidos por el asesinato de una educadora la remataron cuando ella pidió ayuda
Un menor del piso tutelado fue testigo de los hechos: contempló el crimen y avisó a la Policía Nacional
Eran las 23.40 cuando la sala de Policía Nacional de Badajoz recibió la llamada de un menor. Una voz joven y angustiada avisaba de que dos de sus compañeros acababan de dar una brutal paliza a la cuidadora del piso tutelado en el que residían: María Belén Cortés Flor, de 35 años. El chico estaba horrorizado: en estado de shock. Pedía ayuda inmediata.
Rápidamente los agentes se desplazaron al lugar; también las asistencias sanitarias, que solo pudieron confirmar la muerte. El testigo de los hechos estaba aterrorizado. Los agentes lograron calmarle y por fin pudo hilar un relato lineal y sencillo. María Belén, una mujer que se desvivía por ayudar a los menores con problemas, había dado una orden de las de convivencia, del tipo de que era hora de irse a dormir.
Dos de los menores varones que vivían en el centro, de 14 y 15 años, se sintieron frustrados y sin mediar palabra la atacaron. La emprendieron a golpes con ella, que estaba desprevenida y no se pudo defender porque no esperaba semejante nivel de violencia.
El testigo describe patadas, puñetazos y golpes por todo el cuerpo. Después su estrangulamiento con un cinturón. María Belén, por su complexión y valor, logró sobrevivir al primer ataque y, aunque los dos menores la habían dado por muerta, seguía con vida. Ella incapaz de moverse, tuvo el empuje de gritar para pedir auxilio.Los menores regresaron y, con todo su sadismo, la volvieron a atacar y volvieron a estrangularla. El testimonio del testigo presencial habla de la gran fuerza de Belén, que volvió a sobrevivir al ataque. Luchó por su vida y pidió otra vez ayuda. Los dos menores, ajenos a su dolor y sufrimiento, esta vez sí la remataron.
Enviados a un centro de régimen cerrado
Después, acompañados de una chica, que no participó directamente en los hechos según el testigo, le robaron las llaves del Renault a María Belén y huyeron. Cerca de Mérida tuvieron un accidente e hicieron autostop. Al llegar a la ciudad se separaron. A la chica, de 17 años, la detuvieron sobre las 4.00 de la mañana y a ellos sobre las 8.00. A última hora de la noche, la jueza de menores envió a los tres detenidos a un centro de régimen cerrado. Todos bajo la acusación de asesinato.
María Belén trabajaba en dos pisos para la empresa Cerujovi. En el otro piso tutelado denunció a un menor que la amenazó y al joven le pusieron una orden de alejamiento, lo que a ella le impedía regresar al lugar. Nada tiene que ver ese incidente con lo ocurrido este domingo: su asesinato.