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El presidente de VOX, Santiago Abascal, y la portavoz parlamentaria, Pepa Millán, en una sesión plenaria

El presidente de VOX, Santiago Abascal, y la portavoz parlamentaria, Pepa Millán, en una sesión plenariaEuropa Press

La posición real de Vox sobre los aranceles de EE.UU.: los entienden, pero no los quieren

El partido considera que la medida anunciada por Donald Trump contra Europa es «una malísima noticia», y señala a Bruselas por sus políticas perjudiciales para la industria y el campo español

Santiago Abascal se mostraba esta semana molesto por las críticas que viene recibiendo su partido por apoyar a Donald Trump y las acusaciones de que Vox respalda los aranceles anunciados por la Administración estadounidense. «Han instalado la idea de que nosotros defendemos esos aranceles», afirmó en una entrevista en Informa Radio señalando al bipartidismo y negando haberlos defendido.

«¿Cómo no vamos a respetar o a entender que cualquier líder internacional defienda sus intereses? Lo entendemos. A veces va en contra de los nuestros, como en este caso; lo que no entendemos es que nuestros líderes no defiendan los intereses nacionales (...); lo que no entendemos es que haya otro tipo de aranceles, que son los verdaderamente perjudiciales para nuestra economía», sostuvo.

Estos días, el PSOE ha acusado a Vox de ser «caballo de Troya» y de avalar esas tasas impuestas por Estados Unidos. Patxi López, su portavoz parlamentario, planteaba al PP una disyuntiva entre «estar con Europa» o con la formación de Abascal, en línea con la retórica socialista habitual. Y, además, Pedro Sánchez ha excluido de nuevo a Vox esta vez de la ronda de reuniones que se iniciaron el jueves para abordar las medidas para hacer frente a esa «guerra arancelaria» contra Europa.

Por su parte, Alberto Núñez Feijóo ha hablado de un «silencio connivente» respecto a esos aranceles. «Nadie que diga ser patriota puede respaldar esta decisión ni tampoco minimizarla», aseguró el líder popular tras el anuncio. Unas palabras que fueron respondidas por el propio Abascal tildándole de «mentiroso» y recriminándole que apoye el Pacto Verde y la «basura ideológica» perjudicial, según denunció, para nuestra economía y nuestras libertades.

El líder de Vox ha incidido ante las críticas en que incluso desde Washington, cuando participó en la cumbre conservadora CPAC, ya manifestó que su formación no quiere esos aranceles para España. En aquella cita en la capital estadounidense cargó contra quienes señalan a Trump como enemigo de Europa por «poner los intereses de los estadounidenses en primer lugar», y remarcó que los verdaderos aranceles son «el Pacto Verde, los impuestos abusivos y la regulación woke» y no los anunciados por EE.UU., que -apostilló entonces- «ojalá no lleguen». En esa línea han ido sus manifestaciones al respecto durante estas semanas atrás desde que se empezó a hablar de esta posibilidad. Así, tras conocerse la medida impuesta por el país norteamericano, señaló de nuevo a la UE, acusando a los populares y socialistas de arrastrar a España y a Europa a una «guerra comercial suicida».

Desde Vox han calificado los aranceles como una «malísima noticia», como así lo expresó el secretario general del grupo parlamentario y portavoz nacional de Economía, José María Figaredo, en tanto que están en contra de todas las medidas que se impongan tanto a nivel nacional como internacional que perjudiquen la industria y el sector primario español. No obstante, ponen el acento en que estos llegan ya sobre una Europa y una España «debilitadas», por toda una serie de impuestos y «trabas» que, aseguran, obedecen a criterios únicamente ideológicos, derivados de ese Pacto Verde, que el partido ha pedido derogar, y la Agenda 2030. A su juicio, tanto los líderes de la UE como el Gobierno español deberían negociar la mejor relación posible con EE.UU. como socio comercial y no buscar una alianza con China.

El apoyo de Vox a Trump estos años atrás ha supuesto, para algunas voces, que el partido se vea en una situación de tener que buscar un equilibrio entre ese respaldo al presidente republicano y su posición respecto a medidas y políticas que está impulsando desde su llegada a la Casa Blanca. Esto se puso sobre la mesa hace unas semanas a propósito de la guerra en Ucrania, cuando se criticó el «seguidismo» de Vox al mandatario norteamericano en el marco de las conversaciones entre Trump y Putin y las declaraciones del líder estadounidense contra Zelenski.

Ya entonces, en ese contexto de críticas, el partido recalcó que Trump es aliado de Vox para muchas cosas, como puede ser la lucha contra la ideología de género y el movimiento woke o la lucha en defensa de la libertad, «pero no todas».

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