Jaime de los Santos: «El hermano de Sánchez vive a la carta y por eso tiene un colaborador que le ha mandado Moncloa»

Jaime Miguel de los Santos (Madrid, 6 de agosto de 1978) es diputado del PP desde 2023 y ostenta el cargo de portavoz de Igualdad de los 'populares' en el Congreso de los Diputados. Sin rehuir a ningún tema, el dirigente de la formación que preside Alberto Núñez Feijóo ha asegurado durante su entrevista con El Debate que «Ábalos, con dinero público, lo que hacía presuntamente era contratar, en unos casos, a mujeres prostituidas, y en otros, a mujeres que incluso —según lo que sabemos ahora— son proxenetas».

— El hermano de Sánchez está procesado por prevaricación y tráfico de influencias. ¿Va a ser la vía judicial la que acabe con el presidente del Gobierno?

— Pedro Sánchez es el peor enemigo de Pedro Sánchez, y si no fuera porque es el presidente del Gobierno de mi país, me daría igual. Pero como a quien perjudica es a casi 50 millones de ciudadanos que vivimos al albur de sus decisiones y bajo la lupa de todas las investigaciones judiciales que están marcando, no solamente a sus familiares, sino –desgraciadamente– toda su política y, por tanto, la vida de los españoles, claro que me preocupa y mucho.

En cuanto a su hermano, le imputan cuatro delitos, porque son dos, dos veces. Y no solamente por haber optado a un puesto que no le correspondía, saltándose a quienes tenían muchos más puntos y más preparación que él, sino que, presuntamente, movió sus hilos para poder contar con un asesor a la carta que venía de la Moncloa. Es decir, que el hermano de Pedro Sánchez vive a nuestra costa y a la carta, tiene puestos de trabajo según decide —por circunstancias que aún desconocemos— y, más allá del colaborador que le ha mandado la Moncloa, a quien tiene como principal cómplice es al presidente del Gobierno.

— Usted en su día fue asesor de la mujer de Mariano Rajoy. ¿Cómo valora que una asesora de Presidencia pidiera fondos para la cátedra de Begoña Gómez?

— Yo fui asesor del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, algo de lo que me siento profundamente orgulloso porque fue ahí donde conecté con lo público y donde aprendí cuáles son los límites precisamente entre lo que es de todos –lo público– y lo que no lo es. Entre mis muchas responsabilidades, estaba la de asesorar a la pareja del presidente del Gobierno en todo lo relativo a su labor institucional, sí. Aunque, como todos sabemos, en España no hay más primera dama que Su Majestad la Reina doña Letizia, y que al cónyuge del presidente del Gobierno ni siquiera se le reconoce en los decretos de Precedencias del Estado.

Por eso, a mí —y a casi todos los que hemos podido escuchar las declaraciones de la asesora de Begoña Gómez ante el juez Peinado— me chirrió tanto oírle decir, que ella estaba 365 días al año, 24 horas al día y siete días a la semana pendiente de las necesidades de una mujer a la que nadie ha votado, que no tiene ningún tipo de responsabilidad pública y a la que solo habría que asesorar en caso de que esté cumpliendo algún tipo de representación por estar casada con quien está. Pero, claro, cuando se utiliza el correo electrónico de la Presidencia del Gobierno no solamente para reclamar fondos a una empresa privada, sino, presuntamente, para que se enriquezca la que hoy es tu jefa, que además lleva siendo tu amiga desde hace muchos años, pues todo parece mucho más que turbio…

El PSOE ha permitido que con el dinero de todos se explote a mujeres

— En el caso PSOE las pesquisas han revelado que Ábalos enchufó a amantes y a gente de su entorno en empresas públicas. Frente a esto, ¿cuál considera que debería ser la reacción de un gobierno que se autodenomina 'progresista'?

— Pedro Sánchez sabía lo que ocurría en el Ministerio de Transportes, y ese es el motivo por el que cesa de forma fulminante al señor Ábalos de sus responsabilidades tanto en el Gobierno de España como en el Partido Socialista. El problema es, que algunos meses después de cesarle lo incluyó en unas listas electorales para ocupar un puesto como diputado —aforándole—.

Y Ábalos, con dinero público, lo que hacía presuntamente era contratar, en unos casos, a mujeres prostituidas, y en otros, a mujeres que incluso —según lo que sabemos ahora— son proxenetas. El partido que se autodefine abolicionista, que decía que iba a ser el más feminista de la historia de España, permitiendo que, con el dinero de todos y de todas, se explote a mujeres, y teniendo entre sus filas a un hombre, que hacía uso de sus diferentes tentáculos —y me estoy refiriendo, y siempre presuntamente, a altos cargos como, por ejemplo, la señora Pardo de Vera—, para colocarlas en empresas públicas.

— Usted, durante un Pleno del Congreso, llamó al PSOE «confederación de puteros». ¿Se reafirma en sus palabras?

— Es que no tengo ninguna duda. Y, además, lo que dije exactamente fue que, a este paso, el Partido Socialista se iba a convertir en una confederación, pero de puteros. Y si quiere hablamos del caso de los ERE y en qué se gastaba parte del dinero que tenía que haber ido dirigido a la empleabilidad de los andaluces: en cocaína y en prostitución. O del tito Berni, que se han debido de olvidar en el PSOE que, no solamente él, sino también muchos de los diputados con los que compartía escaño, se iban a determinados restaurantes a tener grandes celebraciones, y que, después, mucho del dinero que este señor manejaba se utilizaba en explotar a mujeres –que es lo que es la prostitución–.

Y luego, insisto, está el capítulo Ábalos, donde vemos que se podría haber estado repitiendo la misma dinámica. Incluso nos hemos enterado hace poco de que, la que en aquel momento era delegada del Gobierno en Aragón —hoy portavoz del Gobierno y ministra de Educación, doña Pilar Alegría— como poco compartió edificio —y permítame dudar, sí también conocimiento— con él, mientras presuntamente se celebraba allí una fiesta con mujeres prostituidas. Y todo esto, sólo lleva a una reflexión que es muy básica: el Partido Socialista, o cambia ese ADN o efectivamente en lo que se va a convertir es en una confederación de puteros y en un nido de corrupción.

— ¿Cree que si se conocieran los mensajes entre García Ortiz y Sánchez los días de la presunta filtración de los datos del novio de Ayuso el presidente del Gobierno se vería obligado a dimitir?

— Al presidente Sánchez nada le va a obligar a dimitir porque su estándar ético no está sujeto a ninguno de los principios básicos que a cualquiera de nosotros o nosotras nos moverían. Si no, ¿cómo es posible que el presidente del Gobierno de una de las democracias más importantes de este planeta sostenga a un fiscal general del Estado que está investigado por tierra, mar y aire y que, no solamente carga con todo tipo de dudas, sino que, además, se permitió el lujo de borrar gran parte de las pruebas necesarias en la investigación de su causa?

Si Sánchez fuese un presidente que respeta esa democracia que tanto costó construir, y que tanto le gusta reivindicar —por más que luego la dinamite— pero sólo para volver a hablar de la dictadura —fíjese que incluso ha tratado de borrar de la historia a quienes la construyeron en primera instancia en aquellos últimos años de la década de los 70—, haría dimitir al fiscal general del Estado, y por capilaridad, como poco, también pediría responsabilidades al ministro de Justicia (Félix Bolaños). Pero el ministro de Justicia, si se me permite el paralelismo histórico, es su Rasputín. Y esto, aparte de necesario, le es muy rentable al señor Sánchez.

En cuanto a piel fina Vox tiene un máster

— El pasado fin de semana Santiago Abascal, en estas páginas, dijo que el PP tiene la piel muy fina y que Feijóo aceptaría antes un pacto con el PSOE que con Vox para llegar a la Moncloa. ¿De qué manera responde al presidente del Vox?

— En cuanto a piel fina, Vox tiene un máster. Y creo que es importante defender a mi partido y a mi presidente, Alberto Núñez Feijóo, que tiene que ser el próximo presidente del Gobierno de España, de esas afirmaciones. Primero: Desde que Sánchez llegó al Ejecutivo, ha levantado un muro —porque a él le beneficia ese enfrentamiento permanente entre unos y otros—, mientras que ha descuidado las necesidades reales de los ciudadanos. Y por eso, el único acuerdo al que Feijóo va a llegar es con los ciudadanos, con todos los españoles.

Segundo: Lo que tendría que plantearse el señor Abascal y Vox es si ellos permitirían que un gobierno presidido por Pedro Sánchez se repitiera negándose a dar sus votos en una legislatura liderada por Alberto Núñez Feijóo. Y tercero: Sinceramente, creo que en Vox hay una búsqueda permanente del titular bronco, —porque se han dado cuenta que eso es lo que les funciona— sobre la que yo no voy a opinar, porque la estrategia de cada partido a la hora de captar votantes responde a cuestiones internas que yo no soy quién para cuestionar. Pero, a Vox, lo que le falta en este momento es también un poco de altura de miras para entender qué es lo que necesitan los ciudadanos y no qué necesitan sus líderes.

— ¿Qué le diría al votante de derechas que no entiende estos ataques entre el PP y Vox porque considera que son partidos destinados a gobernar juntos?

— Para ser justos, los ataques en el 90 % de los casos vienen de Vox al PP y no al contrario. Y si, efectivamente, la aritmética parlamentaria llevara a una necesidad de entendimiento, habrá que dialogar, porque por encima de cualquier interés personal, insisto, o incluso partidista, está el bien común. Y, ¿qué pasa? Pues que hay partidos, como el Partido Popular, que tienen el bien común como eje fundamental de su acción política. Y Eso ¿lo pueden decir el resto de los partidos? No lo sé. Y, en cualquier caso, en este momento lo único importante es desalojar a Pedro Sánchez del Gobierno de España. Nada más.