La extraña mímica de Sánchez durante la sesión de control

¿Recuerdan la frase «la cara es el espejo del alma»? Para quien no lo sepa, significa que, en nuestro rostro, se reflejan nuestros estados de ánimo, salud y carácter. Algo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto en práctica este miércoles durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.

Pues el alma de Sánchez parece un poco alterada, principalmente por los gestos que mostró en el primer Pleno celebrado tras la filtración de los mensajes de WhatsApp que intercambió con el exministro José Luis Ábalos. Unos mensajes que reflejan la buena sintonía del jefe del Ejecutivo con quien fue su mano derecha durante años y que ahora está imputado.

Esto podría poner a Sánchez en un aprieto, y la oposición lo sabe. Por eso, desde el inicio del Pleno, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, hizo referencia a esos mensajes. «Nos hemos enterado de cómo usted participó e hizo una moción de censura con tránsfugas en Castilla y León», le espetó Feijóo. Momento en el que Sánchez respondió con cara de incertidumbre y asombro, como si no supiera nada.

Aunque el nerviosismo de Sánchez no se quedó ahí, ya que continuaba mientras la oposición mantenía los reproches. Hubo un momento en el que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda y de Función Pública, María Jesús Montero, hizo referencia al rescate de Air Europa, un asunto que, de fondo, afecta a Begoña Gómez, la mujer del presidente. Mientras Montero justificaba dicho rescate, Sánchez no paraba de asentir repetidamente.

Más que palabras, fueron sus gestos los que hablaron este miércoles. Y si la cara es el espejo del alma, el rostro del presidente no pudo disimular la tensión que, esta vez, ni los discursos de los diputados socialistas han llegado a borrar.