Del 'pucherazo' en las primarias a la financiación ilegal del PSOE: la ignorancia deliberada de Pedro Sánchez
Las revelaciones contenidas en el último informe entregado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, al magistrado Leopoldo Puente, han ampliado el abanico de nombres socialistas tras las presuntas responsabilidades penales por corrupción

Vuelva a ver la rueda de prensa completa de Pedro Sánchez tras la dimisión de Santos Cerdán
Desde que Pedro Sánchez superase el trauma de incluir a Podemos en su coalición de Gobierno, después de haber asegurado que con Pablo Iglesias en La Moncloa, «no dormiría tranquilo», pocas cosas –por no decir ninguna– han quitado el sueño al presidente del Ejecutivo hasta que, ahora, se ha conocido el contenido del primero de los tres informes sobre los ocho archivos de conversaciones incautados a la cúpula de una presunta «organización criminal», radicada en Ferraz, y encargados por el magistrado Leopoldo Puente, instructor del 'caso PSOE', a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Los demoledores audios en los que se revela cómo la cúpula del socialismo mutó a manos del triunvirato de hombres fuertes de Sánchez, en una «organización criminal», han supuesto la salida fulminante de sus dos secretarios de organización, en una misma legislatura. Ni el ex ministro de Transportes José Luis Ábalos o su lugarteniente Koldo García Izaguirre; ni el sucesor del primero al frente de los territorios del partido, Santos Cerdán, se han salvado de la quema controlada necesaria para garantizar un cortafuegos entorno a 'el 1'.
Sin embargo, más allá de las 'mordidas' pagadas por las empresas de la trama a los leales escuderos de Sánchez –no hace tanto la 'panda del Peugeot'– y de las operaciones irregulares de adjudicación a dedo de contratos de obra pública, detectadas por los agentes durante el análisis de la información incautada en los terminales de Koldo, el verdadero germen de la corrupción hunde sus raíces en la necesaria «ignorancia deliberada» de Sánchez.
Es decir, el willfull blindness del Derecho anglosajón según el cual alguien se coloca de forma intencional en una posición de «ceguera» con el propósito de eludir su responsabilidad criminal. En otras palabras, lo que la jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo ha definido como la posición de quien «pudiendo y debiendo conocer la naturaleza del acto o colaboración que se le pide», se mantiene en una situación de «no querer saber».A partir de todo lo aflorado, ¿cabe indagar en las posibles responsabilidades de Pedro Sánchez, en tanto que secretario general de los socialistas del 'pucherazo' y con el reparto de comisiones irregulares a un palmo de su despacho?
No en vano, el hecho de que la UCO hiciese referencia expresa en su informe a cómo el cese de Ábalos, en julio de 2021, pudo deberse a que la estructura detectó que recibía pagos «fuera» de los manejados por Cerdán para la red, apunta hacia Sánchez, exactamente, en esa dirección. ¿Miró el presidente del Gobierno hacia otro lado y dejó hacer? Y, si lo hizo, ¿buscó, siempre de manera consciente, compensar de algún modo a quienes le había entregado su vida, a cambio de nada, antes de acceder a su posición?.
Sea como sea, cabe anticipar que de acuerdo con la doctrina aplicable a este tipo de supuestos, atendiendo a la Memoria de la Fiscalía española, en 2022, quien deliberadamente se coloca en situación de ignorancia «no podrá ser condenado cuando la figura delictiva en cuestión no admite su ejecución a título de dolo eventual o imprudencia. Así, por ejemplo, en el caso de los delitos de prevaricación».
Así las cosas, con el mismo modus operandi por el que Sánchez aseguraba –en la rueda de prensa urgente convocada tras el escándalo de los indicios sobre Santos Cerdán– haber estado al margen de todo lo que hacía su guardia pretoriana, durante más de once años, bajo sus pies, el presidente del Gobierno sostenía desconocer el 'pucherazo' orquestado en su beneficio, en las primarias socialistas que ganó, en 2014.
Una vez más, es en este asunto donde la Guardia Civil no da puntada sin hilo. Pese a que, hasta la fecha, se ha venido a presentar el tema como una cuestión interna del partido o de la legitimidad, o no, de la elección de Pedro Sánchez como cabeza del mismo, no aparece en el informe de la UCO por puro morbo o mero capricho.
Y es que, si Santos Cerdán y Koldo García maniobraron para hacer pasar por presentes en aquella cita electoral del PSOE a personas que no lo estuvieron y, por casualidad, se hizo constar formalmente en un acta podríamos situarnos ante una falsedad ideológica; y si, por ejemplo, para materializar lo anterior, alguien firmó en una lista de asistentes y estampó una rúbrica por usurpación un tercero que no autorizó, además, estaríamos ante una falsedad material. En ambos casos, se trata de presuntos delitos que, si procede, tendrá que investigarse quién o quiénes fueron los encargados de su ejecución directa y si se apoyaron en inductores o cooperadores necesarios para lograrlo, siendo preciso aclarar que todos ellos responderían con las mismas penas del autor.
Cuestión aparte es si dichos ilícitos podrían estar prescritos o si para acreditarlos se dan problemas de suficiencia de prueba, pero eso tendría que determinarlo un juez. Por el momento, los agentes de la UCO han cumplido informando, con gran detalle, del material al que han tenido acceso; y, tendrán que seguir indagando más, si se les ordena. El frente de las primarias es un frente de Pedro Sánchez que, como supuesto favorecido por el delito, le apunta directamente.