La asesora de Begoña Gómez en Moncloa Cristina Álvarez
La asesora de Begoña Gómez recurre su imputación por malversación entre críticas al juez Peinado
Considera «disparatado pensar que la remisión de tres emails de carácter privado en un plazo de siete años le hayan impedido llevar a cabo sus funciones»
la asesora de Begoña Gómez en Moncloa, Cristina Álvarez, ha recurrido ante la Audiencia Provincial de Madrid su procesamiento por malversación por su nombramiento en la Presidencia del Gobierno y le pide que corrija el auto del juez Juan Carlos Peinado que es quien le imputó a ella junto con la propia esposa del presidente del Gobierno.
En el escrito remitido por su abogado, José María de Pablo, la asesora considera que no puede atribuírsele un delito de malversación por haber enviado correos como asesora de Begoña Gómez, ya que lo hizo como un mero gesto de favor personal.
El letrado defiende que Álvarez «prestó las funciones para las que estaba contratada». A su juicio, «es disparatado pensar que la remisión de tres emails de carácter privado en un plazo de siete años (a menos de medio correo electrónico privado por año) le hayan impedido llevar a cabo sus funciones, y no consta queja ni incidencia alguna en relación con el cumplimiento de sus obligaciones en estos años».
«Peinado desobedece a la Audiencia»
El escrito de la asesora de Begoña Gómez no escatima en críticas al juez que le imputó, Juan Carlos Peinado. Recalca que la imputación también «desobedece (otra vez) a la Audiencia Provincial», que «negó de manera expresa y tajante» que Álvarez «haya podido cometer el delito de malversación que ahora se le atribuye».
E incide en que Peinado «contradice» su propia postura, toda vez que descartó investigar a Álvarez y Gómez por malversación el día que imputó dicho delito al delegado del Gobierno en Madrid, Fernando Martín Aguirre, por los mismos hechos.
Así, acusa al instructor de «cambiar de criterio» poco después «y sin que el resultado de ninguna diligencia de investigación permitiese modificar el relato fáctico atribuido» a Álvarez, «de modo que los mismos hechos que antes no podían encajar en el tipo delictivo ahora encajan como un guante». «Con el debido respeto, hemos conocido juristas más firmes en sus convicciones jurídicas», agrega.
En este sentido, sostiene que «si se respeta el criterio expresado» por la Audiencia de Madrid «la presente pieza separada, en su totalidad, está abocada al fracaso». Y afea a Peinado que vuelva a «ignorar» el criterio de superioridad, «llegando esta vez incluso a mutilar un auto de la Audiencia Provincial, que transcribe parcialmente y de manera descontextualizada para disimular su rebeldía».