Itziar Moreno, primera por la derecha y José Javier Osés, segundo por la izquierda, a su llegada a Bilbao
Itziar Moreno, etarra aún investigada por dos bombas, habla de opresión en Gaza tras regresar con la Flotilla
Se alzó como portavoz de los vascos que regresaron este lunes, entre los que también estaba 'Jotas', uno de los encargados de aprovisionar de explosivos a la organización terrorista
«es hora de romper cualquier relación política, económica o cultural con Israel, mientras siga oprimiendo al pueblo palestino», consideró este lunes la integrante de la Flotilla de Gaza, Itziar Moreno, que se alzó como portavoz de los 'activistas' que llegaron la noche de este lunes al aeropuerto de Bilbao.
Exactamente el mismo lenguaje que utilizaba cuando era integrante de la organización terrorista ETA, «opresión», «pueblo vasco» en aquel entonces.
No en vano, Itziar Moreno todavía está siendo investigada por la Audiencia Nacional por su presunta participación en la colocación de dos bombas, por lo que se encuentra en libertad condicional desde hace dos años, cuando salió de prisión. Y, a pesar de esa condicionalidad, se embarcó en la Flotilla de Gaza como integrante de la organización Movimiento Global por Gaza de Euskal Herria.
Junto a él, atravesó la puerta del aeropuerto José Javier Osés, alias 'Jotas', pamplonés que pasó ocho años en la cárcel por ser uno de los encargados de hacer acopio de explosivos para la fabricación y colocación de bombas reconvertido en profesor de Economía en un instituto público de Tudela (Navarra), que se limitó a alzar el puño en alto en señal de rebeldía.
Los dos miembros de ETA, junto con Mikel Zuloaga, alias 'Mikelon', otro veterano de las comisarías, y Abdel Karim El Khamlichi, llegaron la noche de este lunes después de que, al igual que otros 23 integrantes de la Flotilla, fueran retenidos un día más en Israel después de no firmar la deportación voluntaria.
El resto de los integrantes que llegaron el lunes fueron trasladados a Madrid, a bordo de un avión militar coordinado y pagado por el Gobierno de Pedro Sánchez y a Barcelona. En este caso, igual que los de Bilbao, fueron en aviones comerciales, aunque posiblemente, igual que los que llegaron a España el domingo, pagados por también por el Gobierno.
Todos ellos se quejaron del trato recibido por parte del Ejército israelí y no descartaron iniciar acciones legales contra este país.
