El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a su salida del Tribunal Supremo
Visto para sentencia el juicio contra el fiscal general por la presunta filtración contra el novio de Ayuso
Se inició el pasado 3 de noviembre y se ha desarrollado en seis sesiones en las que han comparecido más de 40 testigos, además de García Ortiz y González Amador
El juicio en el Tribunal Supremo al fiscal general, Álvaro García Ortiz, por la presunta filtración contra Alberto González Amador, el novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha quedado este jueves visto para sentencia, tras una intensa sesión donde la defensa ha señalado al empresario como verdadero filtrador mientras las acusaciones han achacado al jefe del Ministerio Público usar a la prensa en busca de «cobertura legal» para imponerle una «sentencia popular». El juicio, que se inició el pasado 3 de noviembre, se ha desarrollado en seis sesiones en las que han comparecido más de 40 testigos, además de García Ortiz y González Amador.
Se ha centrado en la presunta filtración a la Cadena SER la noche del 13 de marzo de 2024, por parte de García Ortiz, del 'email' que el 2 de febrero de ese año la defensa de González Amador envió a Fiscalía ofreciendo que su cliente reconociera los dos delitos fiscales por los que se le investigaba a cambio de evitar la cárcel. También, se ha puesto el foco en la nota de prensa emitida a las 10:22 del 14 de marzo de 2024 por el Ministerio Fiscal para desmentir una información publicada a las 21:29 del 13 de marzo por El Mundo donde se decía: 'La Fiscalía ofrece a la pareja de Ayuso un pacto para que admita dos delitos fiscales'.
Por estos hechos, que han fluctuado a lo largo de la investigación y también del juicio, el fiscal general se enfrenta a hasta 6 años de cárcel, 12 de inhabilitación y el pago de más de 400.000 euros, entre multa e indemnización.
«El fiscal general del Estado es inocente», ha sostenido el abogado José Ignacio Ocio, defensa de García Ortiz, en su informe final, donde ha justificado el comportamiento de este la noche de autos ante la «gravedad» de las acusaciones lanzadas contra la Fiscalía y sus miembros, y ha expresado que, según él, «la única filtración acreditada» partió de González Amador y su entorno. Y que «cuando el titular de un secreto hace partícipes a terceros de ese secreto, éste pierde su carácter reservado».