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La madre de Pedro Sánchez junto a Begoña Gómez, su esposa, en el Congreso de los DiputadosEFE

La historia del abuelo de Sánchez que desertó del bando republicano para combatir con Franco

El diputado e investigador de la Guerra Civil, Pedro Corral, lamenta que el presidente del Gobierno no haya aprendido una lección de concordia de la vivencia de su antepasado

La familia de Pedro Sánchez sigue siendo un pozo de sorpresas. Ahora se ha sabido que su abuelo materno, Mateo Pérez-Castejón Díaz, se alistó como voluntario en el bando republicano durante la Guerra Civil, pero al poco tiempo desertó para combatir también como voluntario con las tropas del bando nacional, y lo hizo de una forma tan destacada que Francisco Franco le acabó condecorando con una Medalla de Campaña y dos Cruces Rojas al Mérito Militar.

La historia del abuelo materno de Sánchez, reconstruida con documentos de la época, acaba de ser desvelada por OK Diario con la asesoría histórica del diputado e investigador de la Guerra Civil Pedro Corral, autor de «Desertores» (Editorial Almuzara) o «Si me quieres escribir» (La Esfera de los Libros), entre otros libros.

Según ha relatado Corral a El Debate, «decenas de miles de españoles se cambiaron de bando durante la Guerra Civil, pero lo que hace muy singular la historia del abuelo de Sánchez es que él desertara de un bando al que se había alistado como voluntario para presentarse también como voluntario al otro bando».

Un chico de 15 años

Mateo Pérez-Castejón nació el 15 de octubre de 1921 y en 1937 sus padres y sus cuatro hermanos dejaron su Lorca natal para instalarse en Valencia, donde el padre, que era exmilitar y exguardia civil, había encontrado un puesto de carabinero.

Con apenas 15 años –tuvo que mentir sobre su edad– Mateo se alistó como voluntario al Batallón de Apoyo de Carros Blindados del Ejército republicano. Allí trabajaría como mecánico de los carros de combate en los talleres que había a las afueras de Valencia.

Sin embargo, ante el avance del bando nacional, el republicano decidió movilizar todas sus tropas, y Mateo fue enviado al frente de Teruel, relata Pedro Corral. En su batallón empezó un goteo incesante de deserciones porque «estos chicos no estaban preparados para el combate».

Para frenar las deserciones, el jefe del Batallón ordenó poner a una compañía de retaguardia a disparar a los que huían. Y Mateo quedó atrapado entre dos fuegos: el del bando nacional y el de sus propios compañeros.

La deserción y el cambio de bando

Finalmente, Mateo consiguió desertar junto a otros 48 soldados del batallón, según figura en la denuncia con el listado de los soldados, y un mes después, el 10 de julio de 1938, se incorporó a la Legión en Talavera de la Reina.

También mintió sobre su edad porque tenía 16 años y la edad mínima para ingresar en la Legión era de 18. Y fue enviado a primera línea de combate a Lérida con la XV Bandera de la Legión «Reino de Aragón», que pertenecía al Segundo Tercio.

El abuelo de Sánchez luchó en primera línea, combatiendo cuerpo a cuerpo con la bayoneta, y lo hizo de una forma tan destacada que Franco le reconoció con unas condecoraciones que su nieto debe tener por su casa. Mateo logró sobrevivir a la guerra y falleció en 1973 a los 52 años en la Ciudad Sanitaria Generalísimo. Su nieto Pedro no había cumplido aún los dos años.

La lección no aprendida

A Pedro Corral lo que más le sorprende es que Pedro Sánchez no haya aprendido una lección de concordia tras conocer la vida de su abuelo, cuya «adolescencia quedó rota entre las dos Españas». «Nadie es responsable de lo que han hecho sus antepasados, pero sí podemos aprender la lección para mejorar el presente y el futuro», afirma el investigador.

«Tampoco podemos hacer pagar a las familias por lo que han hecho sus ancestros. Sánchez no es responsable de que su abuelo contribuyera al triunfo de Franco, pero eso es lo que hace la Ley de Memoria Democrática al retirar, por ejemplo, los títulos nobiliarios a sus actuales titulares», añade.