Pedro Sánchez y el primer ministro de Marruecos, Aziz Akhannouch
Las da por buenas
Marruecos obliga a España a zanjar el asunto de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla sin solucionarlo
En la declaración conjunta que ambos gobiernos firmaron el jueves en Madrid se felicitan por su «aplicación», cuando en realidad no están funcionando
El Gobierno de España considera cumplido por parte de Marruecos su compromiso de hacer plenamente operativas las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla. Ello a pesar de que los empresarios de ambas ciudades autónomas vienen denunciando que el reino alauita no permite un flujo real de mercancías y tampoco da seguridad jurídica. De hecho, el pasado verano Marruecos suspendió el tráfico de mercancías por la Operación Paso del Estrecho y, aunque desde se septiembre las instalaciones teóricamente están abiertas, en la práctica no hay intercambios.
En la declaración conjunta que los gobiernos de ambos países vecinos suscribieron el jueves, con motivo de la reunión de alto nivel celebrada en Madrid, las partes señalan: «En lo que respecta a la cooperación aduanera, España y Marruecos se felicitan por la aplicación, en un marco concertado, del punto 3 de la Hoja de ruta bilateral adoptada en abril de 2022».
Ese punto se refería al compromiso que adquirió entonces Marruecos de reabrir la aduana comercial de Melilla, que Mohamed VI cerró en agosto de 2018, y de abrir una nueva en Ceuta. Ello a cambio del histórico paso que dio el Ejecutivo de Pedro Sánchez en la primavera de 2022, cuando de forma unilateral reconoció el plan de Marruecos para el Sáhara Occidental, antigua colonia española.
Quedó plasmado así en el acuerdo de 2022: «La plena normalización de la circulación de personas y de mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo». Sin embargo, durante los años siguientes el país vecino fue dando largas al Ejecutivo de Sánchez, escudándose en problemas técnicos.
En los días previos a la reunión de alto nivel en Madrid, los empresarios de Ceuta y Melilla alzaron la voz contra los incumplimientos de Marruecos, una vez más. El presidente de los empresarios melillenses, Enrique Alcoba, denunció: «No solo no se ha reabierto la aduana comercial como se prometió en abril de 2022, es que ni siquiera se permite el régimen de viajeros en ambos sentidos». Y la de los empresarios ceutíes, Arantxa Campos, declaró al Faro de Ceuta: «Hasta que no tengamos una aduana con las mismas normas y reglas que la de Algeciras, la de Tanger Med o cualquiera que esté estandarizada, organizada y estructurada conforme a la normativa nacional de los dos países, no va a funcionar. Y eso ahora mismo no es lo que tenemos».
La declaración conjunta de este jueves, España y Marruecos también se «congratulan de la calidad de la cooperación operativa entre sus respectivas administraciones aduaneras y se proponen reforzarla. España y Marruecos convienen en proseguir y diversificar su cooperación técnica en materia aduanera, en particular, intercambiando experiencias y conocimientos técnicos sobre materias de interés común, entre ellas los nuevos instrumentos de lucha contra el fraude y el contrabando y la inteligencia artificial aplicada al control aduanero».
Como contó El Debate, el encuentro entre ambos gobiernos fue despachado en tres horas y estuvo marcado por el oscurantismo, porque no hubo prensa ni declaración alguna. Tampoco participación de los ministros de Sumar. De hecho, durante la reunión, la vicepresidenta Yolanda Díaz colgó en sus redes un vídeo en el que advertía: «No vamos a ceder ni un centímetro de tierra saharaui».
Pero la realidad es que, en la declaración conjunta, el Gobierno de Sánchez va un paso más allá en su respaldo al plan del reino alauita para la antigua colonia. En el documento, el Gobierno de España «acoge con satisfacción» la resolución 2797 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de 31 de octubre de 2025, en la que la ONU apoyaba «plenamente la labor del Secretario General y su Enviado Personal para facilitar y celebrar negociaciones tomando como base la propuesta de autonomía de Marruecos». Y subrayaba que «una verdadera autonomía bajo soberanía marroquí podría ser la solución más factible» para una solución mutuamente aceptable.