Sánchez descarta un adelanto electoral y afirma que «merece la pena gobernar en estos tiempos difíciles»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha descartado este domingo en Extremadura cualquier adelanto electoral y ha defendido que «merece la pena gobernar», incluso en un contexto político crispado y marcado por las críticas de la oposición. Lo ha hecho arropando al candidato socialista a la presidencia de la Junta, Miguel Ángel Gallardo, y lanzando mensajes directos al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

«La derecha ha querido imponer un futuro que no ha sido un proyecto, sino una involución», ha afirmado, antes de pedir movilización en torno a la candidatura socialista. «Entre la involución y una papeleta que ha representado el progreso, todos hemos tenido que ir a votar a Miguel Ángel Gallardo, porque cada voto ha contado».

El jefe del Ejecutivo ha ironizado con el discurso de la oposición y con las reiteradas peticiones de elecciones anticipadas. «No entiendo por qué Feijóo ha pedido elecciones todos los años si pudo ser presidente y no ha querido», ha dicho.

En ese contexto de polarización, en que el que ha comentado que es «más de Feijóo hacia él, que de él hacia Feijóo», Sánchez ha resumido con sarcasmo el pulso político. «En esta polarización hay una cosa en la que coincidimos Feijóo y yo: los dos no queremos que él sea presidente del Gobierno», ha apuntado.

Frente a los llamamientos a un adelanto electoral, el presidente ha defendido la legitimidad del Ejecutivo surgido de las urnas.

Aludiendo a recientes declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal, ha replicado con contundencia diciendo que «España tiene una cuarta opción, respetar la elección electoral aunque no te haya gustado», subrayando que «el tiempo en el que los obispos han interferido en la política ha acabado en este país».

Sánchez ha insistido en que gobernar, pese a las dificultades, ha merecido la pena. «¿Cuándo lo hemos tenido fácil los socialistas?», se ha preguntado, recordando que el PSOE nunca ha gobernado «en contextos cómodos».

Aun así, ha defendido la acción del Ejecutivo indicando que «a los españoles les renta este Gobierno», ha afirmado, enumerando la subida de las pensiones, las becas para jóvenes, los permisos de maternidad y la protección a las víctimas de violencia de género.

En esa misma línea, ha reivindicado su continuidad al frente del Ejecutivo. «Yo sí he querido ser presidente del Gobierno para subir las pensiones, el salario mínimo, para proteger a las mujeres y para defender la legalidad internacional».

También ha defendido la gestión de las grandes crisis recientes y ha subrayado en este sentido que «se ha dicho que hemos tenido mala suerte al gobernar con una pandemia, volcanes y una crisis energética, pero menos mal que hemos gobernado nosotros: cuando llegó la pandemia ha habido ERTE y no ERE».

El presidente ha cerrado filas en torno a la idea de gobernar como una responsabilidad que no se elude. «Gobernar ha sido un honor, ha sido dar la cara y estar en las duras y en las maduras», ha concluido.