Cerca de 800 colegios electorales abren sus puertas en Extremadura en una jornada en la que están citadas 860.375 personas
Elecciones Extremadura 2025 | Ambiente
La jornada electoral en Extremadura: abrigos, compras navideñas y comidas familiares
Obliga el frío a llevar bastante abrigo en esta jornada electoral en Extremadura, donde los propios colegios y edificios habilitados, así como los bares y cafeterías, son un refugio para entrar en calor, sin olvidar que algunos comercios aún esperan la llegada de los rezagados en sus compras navideñas.
La coincidencia de la fecha electoral, un 21 de diciembre, con las compras navideñas y los reencuentros de familias y amigos pueden suponer una sinergia que se complementa, pero también un hándicap para ambos menesteres.
A ello se unen unas temperaturas que no superan los cinco grados en numerosos municipios, lo que obliga a quienes este domingo han decidido salir a la calle -860.376 personas están llamadas a votar- a portar abrigos, gorros y guantes para hacer más llevadera la jornada, ya sea haciendo cola ante los colegios electorales, paseando con la vista puesta en los escaparates o yendo a la comida de «reencuentro».
«He salido para votar a los míos, que luego sale lo que uno no quiere y no vale quejarse», afirma Julia, de 49 años, a la salida de un colegio electoral en Mérida mientras se coloca su gorro de lana.
A su lado un hombre se frota las manos para sentir algo de calor. «Voy pa' dentro, voto y me voy a ver a los nietos», sostiene Carlos, quien siempre ha acudido «como todos deberíamos hacer» a las citas electorales.
Muchos comercios están cerrados, otros abiertos, pero los escaparates siempre son una ventana sin visillo. «En mi tierra se dice vitrinear. A ver si veo algo o se me ocurre alguna idea, pues aún me faltan algunos regalos por comprar», apunta Tatiana, que desde su Colombia natal saltó a España hace ya muchos años.
«Votaré después de comer. Aunque hace frío, prefiero que me dé un poco de sol por la mañana», añade con prisas.
Encontrar una mesa libre para comer en este domingo electoral es una aventura compleja. «Hemos votado esta mañana -afirma Carlos junto a su mujer y su hija- y nos hemos dicho: 'damos una vueltina y nos vamos a comer', pero, »de momento, no hemos encontrado dónde".
María Guardiola, la presidenta de la Junta de Extremadura, votando en las elecciones de la región
Hay muchas reservas de comidas de amigos y de familiares en los restaurantes extremeños. Son días para ello. Por eso, los pequeños bares tienen gente en la barra, algunos «tomando algo», como Luis, y otros esperando algún recoveco para pedir algo. «Es que hace un frío de .... lo que tú ya sabes lo que quiero decir», asegura Manuel a la vez que repasa con la mirada el fondo de este mismo bar.
En la televisión se informa de la jornada electoral. Unos miran, otros hablan y algunos son capaces de hacer las dos cosas.
Lo de acudir a votar es para muchos un motivo para salir de sus viviendas y, de paso, comer o comprar; para otros, el único motivo. «Me voy ya para la casa. A la noche pondré la televisión y ya me enteraré de quién ha ganado», afirma Conchi con paso firme minutos después de acudir a su colegio electoral.