Jaén es el nuevo Cabo Cañaveral: un cohete 'rompe el techo' de la provincia

En la campiña jienense se alza un complejo que podría ser una especie de Cabo Cañaveral a escala. Si del famoso centro de Florida han despegado las expediciones aeroespaciales más conocidas, en el Atlas de Villacarrillo se proyectan los viajes del futuro. Allí, por primera vez, un cohete rasgó el cielo de Jaén y subió a más de 3 kilómetros. Ha sucedido este pasado miércoles.

El artefacto se llama Rompetechos, un cohete sonda de fibra de carbono y aluminio, 1,9 metros de alto, diámetro de 114 mm y 16 kilos de peso. Diseñado para subir al cielo y regresar de forma controlada por parte del equipo de Faraday Rocketry. Lo integran 45 jóvenes de entre 18 y 25 años de la Universidad Politécnica de Valencia, que se desplazaron hasta Villacarrillo para asistir al despegue de Rompetechos.

El cohete se elevó a las 14:56 horas, tras la obligada cuenta atrás. Todo fue como la seda y los aplausos e incluso la emoción cundieron entre los presentes. Este ensayo es un paso importante para el European Rocketry Challenge de octubre en el que participa el equipo de Faraday. Pero los integrantes quieren ir más allá: planean convertirse en la primera universidad de Europa y segunda del mundo en alcanzar el espacio.

Tecnología propia

Guzmán Marchesi, director ejecutivo de Faraday, revela que llevan dos años trabajando en este proyecto: «Hemos desarrollado nuestro propio motor cohete, probado en la universidad, y nuestra propia electrónica modular, lo que nos permite escalar la tecnología para proyectos futuros. También hemos fabricado nuestros propios paracaídas, fuselajes y aletas».

Los estudiantes de la UPV cuentan con un presupuesto ínfimo en relación a los otros equipos que participarán en la competición europea: apenas 8.000 euros frente a los 300.000 de otras universidades. No obstante, no piensan tirar la toalla sino ir más allá. Tras Rompetechos, están a vueltas con Origin, un cohete con el que superar la barrera de los 10 kilómetros.

Jaén, centro experimental

Faraday ha encontrado el apoyo de Catec (Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales), que puso a su disposición las instalaciones de vuelo experimental Atlas de Villacarrillo. La provincia se ha situado como un lugar eminente en este campo, con instalaciones punteras para ensayo con aeronaves no tripuladas. Generalmente se trata de drones, pero también, como ahora, cohetes.

El centro Atlas de Villacarrillo cuenta con una pista principal de vuelo asfaltada de 600 metros y otra auxiliar de hierba de 400 metros, torre de control con radar, sala de comunicaciones, dos hangares y talleres de mantenimiento y reparación. A eso se suman las instalaciones del aeródromo del Cornicabral, en Beas de Segura, con una gran pista de 1.500 metros.