Vista del acceso de entrada a la cárcel de Huelva

Vista del acceso de entrada a la cárcel de HuelvaEFE/Julián Pérez

Módulos masificados y mala clasificación de los internos: los pecados de Marlaska en las cárceles andaluzas

Los sindicatos de las prisiones advierten a Interior que hay módulos superpoblados, reclamando un incremento de las plantillas para ajustarlas a dicha situación

Este domingo tenía lugar el penúltimo suceso en una cárcel andaluza que se saldaba con un funcionario agredido tras una escena de máxima tensión. Así, un trabajador de la prisión Sevilla I se veía obligado a intervenir tras un altercado entre reclusos en los que acabó recibiendo golpes en la zona del costal y del brazo.

El enfrentamiento estalló cuando los internos del módulo 57 regresaban de la salida al culto evangélico, un momento en el que varios de ellos acabaron protagonizando una pelea «de gran agresividad». El funcionario herido fue atendido por los servicios médicos del centro, que lo derivaron a los Servicios de Urgencias.

Lo sucedido en la prisión sevillana se añade a otros sucesos que han trascendido en estos recintos en los últimos meses en Andalucía, donde la de Huelva ha ascendido al podio de las consideradas más peligrosas de España, siendo la gaditana El Puerto III la que encabeza este listado, con 42 ataques sufridos.

Sevilla I está «masificada»

El sindicato Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) ha advertido de que los módulos del centro Sevilla I se encuentran «masificados» y ha apuntado a un aumento de las agresiones por la «mala clasificación de los internos» dado que, según ha asegurado, «internos que deberían estar clasificados en régimen cerrado, régimen para los internos más peligrosos e inadaptados», permanecen en régimen ordinario, «lo que conlleva más peligrosidad en la convivencia en esos módulos».

En este sentido, la APFP ha reclamado al Ministerio del Interior –de quien depende el sistema penitenciario españolel reconocimiento de los trabajadores penitenciarios como agentes de la autoridad, el reconocimiento de profesión de riesgo, la aprobación de pistolas taser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades de los centros penitenciarios con el objetivo de «minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios». También ha solicitado la actualización retributiva con la equiparación salarial con los profesionales de Cataluña.

El Puerto III, la más peligrosa

En España hay 92 centros penitenciarios, y cuatro de ellos se encuentran en la provincia de Cádiz: el de Botafuegos en Algeciras y los tres de El Puerto de Santa María (Puerto I, II y III), ubicados en un radio de un kilómetro.

El sindicato de prisiones ACAIP UGT cifró en 42 los altercados acaecidos durante el año pasado en la prisión de El Puerto III, cuando en 2023 la cifra se quedó en los 27 ataques, lo que la sitúa como el penal más peligroso del país por delante de Zaragoza y Huelva.

Su principal problema es la superpoblación de reclusos, con 1300 internos, casi 300 más de lo que aconseja su capacidad operativa. Es la más poblada de Andalucía.

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