Moreno confía en repetir la mayoría pese a la crisis, pero ve imposible un pacto con Vox si no la consigue

Bajan revueltas las aguas en el espectro de la derecha en Andalucía y a nivel nacional. Tras estallar la crisis de los cribados, la Junta lamenta que no solo la izquierda, sino también Vox, haya ido con todo en contra de la gestión que se ha hecho sobre el asunto.

Las diferencias parecen más irreconciliables que nunca entre el PP y los de Santiago Abascal, si nos atenemos a lo sucedido la semana pasada en el Parlamento autonómico. Manuel Gavira, portavoz de Vox en la Cámara andaluza, fue muy duro en la sesión de control contra Juanma Moreno, que no dudó en entrar en el cuerpo a cuerpo.

«Me sorprende muchísimo que un grupo como el de Vox, que en otras ocasiones ha denostado a las mujeres, ahora se preocupe tanto por ellas», ironizó el presidente, tras las críticas que recibía por los fallos en el sistema de comunicación de los cribados del cáncer de mama.

«Ustedes, en la barra del bar, hablan de asociaciones ideologizadas (en referencia a las mujeres) y me viene aquí a pedir respeto, cuando mi grupo trabaja por ellas siempre, no solo cuando interesa electoralmente», dijo el popular.

«Ustedes añoran al PSOE, que es cuando están cómodos, ustedes cuando no están cómodos es cuando el PP está en el Gobierno; si está Sánchez, se retroalimentan, porque no hay diferencia en su discurso entre lo que dicen ustedes y lo que dice la izquierda», añadió, mientras acusaba al partido de la derecha de no guardar minutos de silencio cuando se producen víctimas «por la violencia machista», reprochó Moreno a Gavira.

Abascal entra en escena

En este escenario, tampoco fue casualidad que Santiago Abascal irrumpiera en Sevilla el viernes. En una semana turbulenta, donde la dimisión de la consejera de Salud a cuenta ha hecho tambalearse la estabilidad de la que hasta entonces hacía gala el Ejecutivo de Moreno, el presidente de Vox cargó muy duramente contra el Partido Popular.

Frente al Parlamento de Andalucía, Vox convocó a los medios para que su líder criticara al PP por sus «políticas continuistas». Abascal se despachó a gusto contra Moreno, al que acusó de haber hecho continuismo del legado de 40 años del PSOE en la región, tal y como había demostrado con las políticas sanitarias, pero también con otras como «las mal llamadas políticas verdes contra el campo y contra la industria», o en otras «ideológicas propias del socialismo como memoria histórica o financiación a sindicatos y organizaciones patronales».

Moreno no ve posible pactar con Vox

Así las cosas, el presidente andaluz sigue viendo factible repetir la mayoría absoluta de la que dispone pese al daño que le ha hecho lo sucedido con los cribados. Al menos dos encuestas aparecidas durante este lunes le darían la razón.

Moreno no cree que el caos sanitario del que intenta recuperarse a contrarreloj haya beneficiado al PSOE, sino en todo caso a Vox. En una conversación informal con los periodistas durante la recepción ofrecida por los Reyes en el Palacio Real este pasado domingo, quiso reivindicar las responsabilidades que desde el primer minuto asumió su Gobierno, confiando en que para finales de noviembre se haya acabado con las llamadas y las pruebas a los afectados.

A su juicio, lo ocurrido no se ha traducido en una pérdida en intención de voto para el PP en Andalucía. Según su punto de vista, como mucho, los socialistas habrían arañado uno o dos diputados, ya que su candidata, la vicepresidenta primera María Jesús Montero, está «muy desgastada».

En opinión de Moreno, cada vez que hay «bronca» quien sale beneficiado es Vox, que empieza a tener una cierta transversalidad. El presidente de la Junta ha reconocido que la relación con los de Santiago Abascal es «malísima», y que estos claramente están decididos a dar el 'sorpasso'.

En este sentido, llegó a admitir que si bien podrían perder la mayoría absoluta, a día de hoy no es posible pactar con Vox, advirtiendo incluso que si se da ese caso, se abre a una repetición electoral.