La Guardia Civil ha detenido este sábado en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda a los tres tripulantes de una embarcación semirrígida que estaba en el río Guadalquivir con 26 garrafas de gasolina, listas para suministrar el combustible a otras narcolanchas. EFE/ Guardia Civil SÓLO USO EDITORIAL / SÓLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

La mochila de ladrillos hizo que el cadáver se hundiera en el fondo del ríoEFE

Cádiz

Ajuste de cuentas entre clanes de la droga: aparece muerto en el Guadalquivir atado a una mochila de ladrillos

La Guardia Civil está investigando las circunstancias de la muerte de un varón cuyo cadáver ha sido descubierto en aguas de la ribera del Guadalquivir correspondiente al municipio gaditano de Trebujena.

El cadáver de este varón fue hallado sorpresivamente durante la tarde del pasado viernes en aguas del río. Unos pescadores de la zona se percataron de su aparición, dando aviso a los servicios de emergencias, según ha avanzado Canal Sur.

Ajuste de cuentas

El cuerpo tenía una cadena atada al cuello y llevaba una mochila llena de ladrillos. Un modus operandi que hace sospechar que se trataría de un ajuste de cuentas entre los clanes de la droga que operan en el río.

A la espera de realizarle la autopsia, por la inspección ocular se calcula que podría haber fallecido hace más de un mes. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil lo ha trasladado hasta el puerto de Chipiona, donde ya se encuentra el forense.

Autopista de la droga

A la espera de los resultados de la autopsia, el suceso viene a confirmar la peligrosidad del Guadalquivir desde que los narcos, desplazados al río por la presión policial en otras zonas, lo han venido utilizando como auténtica autopista de entrada de la cocaína.

Así, el Guadalquivir, símbolo y elemento vertebrador de Andalucía, se ha convertido en los últimos años en una auténtica carretera para los delincuentes, que buscan nuevas rutas para dar entrada a sus cargamentos.

En la desembocadura, los alijos de droga están más presentes que nunca. Las narcolanchas entran y salen del río cada vez con más frecuencia, a toda velocidad y a plena luz del día. De hecho, en redes sociales proliferan imágenes de estos movimientos, grabadas por los vecinos de Sanlúcar de Barrameda, que denuncian esta situación, o incluso por los propios narcos, orgullosos de su actividad.

Desde Sanlúcar, por toda la zona conocida como Isla Mínima y hasta Coria del Río, ya en la provincia de Sevilla, los numerosos canales y marismas del Guadalquivir sirven de escondite a los narcos. Las 'gomas' han sido vistas en los últimos tiempos a la altura del mismísimo Estadio de La Cartuja, en plena capital sevillana.

comentarios
tracking