Un funcionario fantasma consiguió acumular seis años sin aparecer por su despacho
Un 'funcionario fantasma' del Ayuntamiento de Cádiz fue premiado pese a llevar seis años sin ir a trabajar
Un ingeniero municipal iba a recibir una placa como premio a la constancia cuando se descubrió que llevaba mucho tiempo sin aparecer por su puesto de trabajo
Hay historias que parecen de broma, pero son reales. En 2010, trascendió que un funcionario del Ayuntamiento de Cádiz iba a recibir el premio a la constancia cuando se descubrió entonces que llevaba varios años sin aparecer por su puesto de trabajo.
Así, un ingeniero municipal, de nombre Joaquín, iba a ser condecorado por sus 20 años de servicio junto a otros empleados públicos. Al revisar su expediente, fue entonces cuando se descubrió que no constaba ninguna actividad suya en los últimos años. Llevaba, desde 2004, sin aparecer por su despacho.
Fue conocido como el caso del ‘funcionario fantasma’ y puso sobre la mesa un debate sobre las lagunas del sistema para el control de personal en la administración pública.
Prejubilación como escapatoria
El escándalo se destapó gracias al entonces responsable de personal y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cádiz, José Blas, que ha rememorado cómo lo descubrió en el programa de Antena3 ‘Y ahora Sonsoles’.
«Es un caso que no se olvida. Revisé el convenio entre el Ayuntamiento y una empresa de aguas, una empresa municipal 100 %, Aguas de Cádiz. Investigamos donde estaba y cuando lo cité, me extrañó que no quisiera venir a verme, me dijo que estaba haciendo obras en su casa, así que mandé un decreto para que viniera a contarme qué estaba haciendo», rememora.
Al verse acorralado, el funcionario fantasma optó por pasar al ataque: "No supo qué contarme y, por tanto, le abrimos un expediente disciplinario. Cuando intentamos indagar en qué había hecho ayer, antes de ayer, o el año pasado, me respondió con que eso era un acoso contra él, y que le estábamos buscando tres pies al gato”.
«Fue hábil y cuando vio que le venía una sanción, dijo, para estar sin cobrar nada, yo me prejubilo, porque estaba en la edad ya de poderse prejubilar. Se fue directamente a la Seguridad Social y se prejubila. Nosotros lo que hicimos fue entonces reclamarle lo máximo, que era un año de salario, y fue condenado a pagar y no recurrió a la sentencia».
Ante el estupor de los tertulianos en la mesa, que no daban crédito a la historia, Blas añadía: «Fichar no fichaba, porque trabajaba al aire libre, sobre una serie de vigilancia de los saneamientos que van por toda la ciudad. Y nadie lo siguió».
Los sistemas de control horario en las empresas, públicas y privadas, no siempre han funcionado, o daba lugar a anomalías como ser aplicadas a unos trabajadores o departamentos mientras que en otros no se aplicaban, lo que generaba agravios comparativos.
Si bien el Estatuto de los trabajadores tenía como objetivo regular las relaciones laborales entre los trabajadores y las empresas, el caso de Cádiz nos recuerda que son muchos los trabajadores de empresas públicas, como lo era Aguas de Cádiz, que deberían acogerse a él y que a la administración le corresponde velar por su cumplimiento. Sin embargo, si uno de sus trabajadores fue capaz de estar hasta seis años sin ir a trabajar, y pese a ello, haber sido propuesto para recibir una placa por sus 20 años de servicio, el sistema volvió a fallar.