Los drones 'regantes' llegan a Cádiz: un ahorro del 65 % en agua y más efectividad contra las plagas

En la última década, los drones se han instalado como herramienta imprescindible en distintos ámbitos. Junto a su expansión en materia de ocio, hemos visto llegar drones a la Policía de Jerez o como 'operarios' de las alcantarillas de Cádiz capital. También se han sumado a las labores de supervisión de incendios y bosques, entre muchas otras aplicaciones.

El campo gaditano no se queda atrás en esta actualización tecnológica y, según las pruebas efectuadas, parece que en breve serán un aliado irrenunciable para la mejora de los cultivos. Eso defiende al menos la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Cádiz, que lidera un proyecto de uso de drones para modernizar las explotaciones agrícolas en la provincia.

Según la organización, los drones 'regantes' permiten un ahorro del 65 % en el agua utilizada y una mayor resistencia a las plagas y enfermedades y al estrés hídrico. El ensayo está financiado por el Área de Planificación, Coordinación y Desarrollo Estratégico de la Diputación de Cádiz y se ha desarrollado en la campiña jerezana.

Tratamientos selectivos

Allí se ha utilizado un dron con cámara multiespectral que ha realizado un mapeo de los cultivos con hasta 600 fotografías tomadas a 40 metros de altura. Una vez procesadas, las imágenes ofrecen distintos índices y una información detallada del estado fisiológico y fitosanitario del cultivo. Con los datos, explica COAG, se han realizado «tratamientos selectivos con el dron pulverizador, aumentando o disminuyendo la dosis de los nutrientes según la zonificación obtenida con el análisis de los índices multiespectrales».

Además de los beneficios ya descritos, la captación de imágenes aéreas permite detectar fallos en el sistema de riego y actuar con mayor rapidez ante anomalías. Todo ello hace que COAG considere positivamente la incorporación de estas tecnologías en los campos de Cádiz, una provincia que depende mucho de su agricultura y de las exportaciones y que podría verse beneficiada en ahorro y eficiencia.

Las pruebas en la campiña jerezana coinciden con la plaga de hongo mildiu que está azotando a los cultivos de vid en plena vendimia y que suponen ya previsiones de caída en la producción de hasta un 40 %. Los temporales del primer semestre del año también han hecho estragos en la agricultura gaditana, así como, por otro lado, las últimas olas de calor. Para paliar las pérdidas, la Junta de Andalucía activó en primavera ayudas en hasta 14 municipios de Cádiz. Además, los agricultores reclaman obras para la mejora en riegos, que hagan menos dependiente al campo de las condiciones meteorológicas cambiantes.