
La imagen no es la más positiva para el aeropuerto que alberga a decenas de personas sin hogar en sus instalaciones
Málaga
Medio centenar de personas han hecho del aeropuerto de Málaga su hogar y se teme que la cifra irá en aumento
La sección sindical de CCOO en Aena ha hecho pública su crítica por «condiciones de insalubridad y falta de seguridad derivada de la presencia de personas sin hogar» en el aeródromo de la capital malagueña
Unas sesenta personas se apiñan como pueden y «desde hace unos meses» en el aeropuerto de Málaga, cuya terminal han convertido en su hogar. La sección sindical de CCOO de Aena en este aeropuerto ha denunciado «las condiciones de insalubridad y falta de seguridad derivada de la presencia» de dichas personas.
El sindicato ha denunciado que esta situación se viene produciendo desde hace varios meses y la están padeciendo «tanto las personas trabajadoras como los usuarios del aeropuerto».
Estas personas sin hogar utilizan distintas zonas de las instalaciones aeroportuarias para resguardarse y pasar la noche a cubierto, «especialmente en las terminales de pasajeros y áreas de tránsito», en una situación que recuerda a las imágenes virales que han trascendido del Aeropuerto de Barajas en Madrid en los últimos meses.
Precisamente, tras la decisión de Aena de restringir la entrada a la terminal madrileña por la noche a pasajeros y familiares, se teme que este problema vaya a más en aeropuertos como el de Málaga.
Atendidos por Asuntos Sociales
Muchos de estos sintecho llevan carros de la compra con sus pertenecías. Otros consiguen ir tirando gracias a la caridad de los viajeros. Aena ha señalado que está en «contacto permanente» y «coordinado» con las autoridades públicas, locales y regionales, que son las que tienen competencias administrativas en materia de asuntos sociales y que son «conocedoras» de la situación de las personas sin hogar «que pernoctan en el aeropuerto».

Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Almeida estalla contra Aena y el Gobierno por los sintecho de Barajas: «Quieren perjudicar a Madrid»
El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha asegurado que el aeropuerto malagueño «no tiene un problema de seguridad ni de salubridad» respecto a estas personas sin hogar que permanecen en sus instalaciones, asegurando que las mismas están «perfectamente identificadas y controladas» gracias a la coordinación de los Asuntos Sociales del Ayuntamiento con los de la Junta. «Estamos muy bien coordinados con Asuntos Sociales, que los tienen localizados y ubicados, controlados por sus nombres y apellidos y conocedores del problema que tienen y lo que necesitan».
Vox pide su «desalojo inmediato»
La diputada de Vox por Málaga en el Congreso de los Diputados, Patricia Rueda, ha anunciado que su grupo parlamentario exigirá en la cámara baja que se adopten medidas «para que se garantice el desalojo de las personas sin hogar que están ocupando el aeropuerto de Málaga».
La formación política destaca que el aeropuerto Málaga-Costa del Sol es uno de los principales motores turísticos y económicos de Andalucía, con una actividad constante y en crecimiento. Y añaden que a pesar de su importancia y de los más de 2,6 millones de turistas que pasan por él, «esta infraestructura atraviesa una grave situación de deterioro y abandono institucional que compromete tanto la seguridad como la salubridad en sus instalaciones».
La parlamentaria malagueña advierte que la actual «calamitosa situación de tensión y conflictividad» del aeropuerto «afecta a la imagen de Málaga, puesto que es lo primero que ver al llegar a nuestra provincia».
«La gestión del Gobierno de Pedro Sánchez ha llevado la inseguridad a los barrios, y ahora también a los aeropuertos», ha declarado Rueda. «Es vergonzoso. ¿Para eso pagan impuestos los malagueños?», se ha preguntado.
Y es que en el aeropuerto capitalino ya solo se podrá entrar con tarjeta de embarque, lo que limitará e impedirá la entrada a los cientos de personas que utilizaban sus instalaciones para dormir, lo que había generado un problema de seguridad para empleados y viajeros.
Muchas de ellas utilizaban las terminales para dormir y asearse en los baños. Aunque algunos trabajadores comentaban que no habían causado problemas, el aeropuerto daba por hecho que la imagen para los viajeros que llegaban o se iban no era la más positiva. Una estampa que corre el riesgo de perpetuarse ahora en Málaga.