Infraviviendas en Los Asperones
Málaga
Enfermedad y miseria: por qué se ha declarado «inhabitable» la mayor parte del barrio Los Asperones de Málaga
Un informe de Cruz Roja revela que el 75 % de las viviendas presentan condiciones inhumanas, con tasas de paro del 82 % y graves problemas de salud entre sus residentes
Tres de cada cuatro viviendas en Los Asperones han sido declaradas oficialmente «no habitables». El demoledor informe de Cruz Roja, encargado por la Junta de Andalucía, describe una realidad que supera cualquier previsión. La mitad de las casas son fruto de la autoconstrucción, levantadas con materiales precarios que las condenan a la inseguridad permanente. Una situación que se arrastra desde los años 80, cuando las familias llegaron supuestamente de forma temporal.
Las deficiencias estructurales son abrumadoras. Redes de agua y electricidad obsoletas, equipamientos públicos insuficientes y una movilidad deficiente condenan al aislamiento. El estudio detalla cómo la falta de infraestructuras básicas ha creado un círculo vicioso de pobreza. Los Asperones se convirtió en una trampa para quienes buscaban un techo. Cuarenta años después, las promesas de realojo siguen siendo eso: promesas incumplidas que se transmiten entre generaciones.
La salud, otra víctima del abandono
Vivir en Los Asperones enferma. La exposición constante a humos tóxicos por la quema de neumáticos y chatarra ha disparado casos de asma y diabetes mellitus. El informe documenta una alta prevalencia de trastornos mentales: el 12 % de la población sufre ansiedad o depresión diagnosticada. Contrariamente a los estereotipos, solo el 3 % presenta problemas de adicciones, desmontando prejuicios sobre la barriada.
La discapacidad afecta al 16 % de los habitantes, muy por encima del promedio nacional. Además, un 5 % son personas dependientes sin adecuada atención. Cristóbal Ruiz Román, profesor de la UMA y experto en el barrio, subraya la urgencia: «Donde la sociedad se la juega es en atender con la mayor dignidad a las personas que están más machacadas».
Vecinos de uno de los barrios más pobres de España
La exclusión laboral alcanza cotas dramáticas. La tasa de paro roza el 82 %, llegando al 86 % entre las mujeres. En la Fase 3 del asentamiento, la más degradada, el desempleo escala hasta el 93 %. La economía informal se convierte en la única salida para familias que sobreviven con ingresos irregulares. Una vecina lo resume con desesperación: «No tenemos para pagar, vivimos de la chatarra».
El difícil camino hacia la reinserción
El 87 % de las familias muestra disposición para abandonar el barrio, aunque con temores comprensibles. Una mujer expresa el conflicto interno de muchos: «Queremos salir de estas casas que se caen pero, ¿a dónde vamos?». Cruz Roja plantea un proceso escalonado, comenzando con el 20 % más preparado para la inclusión, mientras se trabaja con el resto durante al menos seis meses.
Aspecto exterior de una de las casas que da la bienvenida al barrio
El plan requiere acompañamiento social continuo, no solo realojo. Ruiz Román insiste en que «la intervención no es sólo de ladrillo». Se necesitan programas formativos, apoyo psicológico y seguimiento personalizado. La urgencia es evidente cuando el 35 % de los vecinos son menores de 16 años. Niños que, como dice una joven de 17 años, anhelan que «su vida esté fuera de aquí».