El 30 de noviembre se activa la ZBE en Málaga
Málaga
130 'ojos' vigilan ya Málaga: la nueva norma que castigará el bolsillo de los conductores en diez días
El corazón de la capital, vigilado por 130 cámaras, restringirá el tráfico para mejorar la calidad del aire tras un año de advertencias sin apenas cambios en los hábitos de conducción
La esperada Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Málaga echa a andar de forma sancionadora el próximo 30 de noviembre. Después de doce meses de funcionamiento en modo pedagógico, los vehículos que no cumplan con los criterios ambientales empezarán a ser multados. La concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, admitió con realismo que «la pedagogía en este último año ha servido para poco» para modificar conductas.
En Málaga, el sistema ya está listo. Desde el antiguo edificio de Tabacalera, más de 130 cámaras, radares y semáforos inteligentes supervisarán en tiempo real las 437 hectáreas del perímetro, que abarca el centro histórico, el Soho y La Malagueta. La concejala aclara quién puede circular: «Los únicos vehículos que no van a poder acceder son aquellos sin etiqueta medioambiental no domiciliados en Málaga».
Hay excepciones diseñadas para suavizar el golpe. Las furgonetas de reparto, por ejemplo, disfrutarán de una exención de cuatro años para adaptarse. Además, los vehículos con etiqueta B y C, los más comunes, sí tendrán acceso. El mensaje final de la edil es claro: «Estudien las alternativas, como el transporte público, medios no motorizados o compartir vehículos». La multa por saltarse la restricción será de 200 euros.
La medida busca emular los éxitos de otras ciudades europeas, donde se han registrado reducciones de hasta un 23% en partículas contaminantes. Se espera que Málaga respire mejor, pero el camino para conseguir que los conductores dejen el coche en casa aún parece largo y lleno de obstáculos por superar.
Vox pide la suspensión del ZBE
Mientras Málaga cuenta los días para su implantación, la polémica arrecia en otras capitales. Vox ha solicitado formalmente la suspensión inmediata de las Zonas de Bajas Emisiones en Sevilla y Granada. Alegan, según recogen medios andaluces, que se trata de una medida «recaudatoria» y «anti popular» que castiga económicamente a las familias y perjudica al comercio y a los autónomos. Piden más alternativas antes de restringir.
La ZBE malagueña no es un caso aislado en Andalucía. Córdoba y Jaén también se preparan para implementar sus propias zonas restringidas, una directiva europea que genera un encendido debate. En todas estas ciudades, asociaciones de comerciantes y colectivos de automovilistas han expresado su preocupación por el impacto económico y la falta de alternativas de transporte reales para todos los ciudadanos.
