Una okupa, okupada: se va de vacaciones, lo cuenta en redes y se queda sin la casa que ella asaltó en Sevilla

Quien fue a Sevilla perdió su silla. Y quien dejó libre la casa que había okupado previamente, también. Esto es lo que le ha sucedido a una okupa de Espartinas, en la provincia sevillana, que llevaba nueve años habitando una vivienda que no era suya.

Raquel decidió marcharse de vacaciones a República Dominicana y la ocasión la pintaron calva para sus antiguos compinches, que a sabiendas de este factor, ya que ella lo había anunciado en redes sociales, aprovecharon para asaltar el inmueble que anteriormente había habitado ella. Allí, tuvo conocimiento de tan desagradable sorpresa.

«Muy buenas tardes, señora Raquel, te has quedado sin la casa», fue el mensaje que le enviaron, según ha contado ella misma en el programa 'En boca de todos' de Cuatro.

Ella, a pesar de que estaba okupando ilegalmente esa vivienda, intentó desde sus vacaciones solucionarlo, a sabiendas de que ha sufrido lo mismo que ella perpetró anteriormente. Mientras, sus ahora enemigas le siguen haciendo llegar vídeos donde observa, impotente, que se están deshaciendo de lo que fueron sus pertenencias.

Es decir, que Raquel es una okupa que ha sido víctima de otra okupación. Ella reconoce en el programa televisivo que lo es «desde el año 2016» y que esa casa en la que vivía estaba lejos de ser suya. «Es de una promotora», reconoce. «Yo me meto en la vivienda, habilito los papeles, y llevo cerca de diez años dentro. La reformo y la mejoro, pero me vine de vacaciones y por culpa de las redes sociales, eso sí es culpa mía, me pasa esto».

Aunque asegura no conocer de nada a quienes la han sustituido en el inmueble, sí que relaciona el hecho de haber hecho público por redes sociales su marcha con la 'traición' sufrida. Ante el estupor de Nacho Abad, matiza su información: «Lo que ha sucedido es que yo lo publico en redes, y unas personas que ven (esa publicación) y que habíamos dejado de ser amigas, pues dan ese dato, y todos los límites se sobrepasan», reconoce. Esas antiguas amigas serían las que filtraron la información a otra mujer –la cual afirma que no le «quedó otra» porque no tenía donde quedarse y tiene niños–que la casa okupada estaba momentáneamente vacía.

Raquel también cuenta que intentó movilizar a los vecinos e incluso se atrevió a llamar a la Guardia Civil para intentar recuperar la que ella considera su casa, pero en vano. Ahora, la afectada, consciente de haber perdido las pertenencias que había en su interior, así como las mejoras que en el inmueble hizo, considera tomarse la justicia por su mano para poder volver de nuevo a una vivienda que nunca fue suya.