Marga Durán y Sebastià Sagreras durante la comparecencia

Marga Durán y Sebastià Sagreras durante la comparecenciaPP

Baleares

El PP registra sin Vox su propuesta para blindar el castellano como lengua vehicular en la educación

Los de Marga Prohens desactivan el órdago de Vox presentando una iniciativa que plantea modificar la Ley balear de Educación de Armengol

El Partido Popular de Baleares registró este lunes en el Parlament su propuesta para que el castellano también sea considerada lengua vehicular en la enseñanza en la Ley balear de Educación, una normativa aprobada en 2022 por PSOE y los nacionalistas que sólo da ese estatus de vehicularidad al catalán.

La propuesta del PP llega justo un día antes de que este martes se debata la iniciativa que Vox puso sobre la mesa en el pasado mes de septiembre y que presentó de forma unilateral, sin consensuar con los populares.

El PP propone modificar el artículo 135 de la Ley de Educación de 2022 para «blindar» el modelo bilingüe y, al mismo tiempo, preservar los equilibrios que históricamente han regido la política lingüística balear. Quiere respetar la , al Decreto de Mínimos de 1997 y a la autonomía pedagógica de los centros educativos, sus tres líneas «rojas».

El PP introduce, además, la difusión activa de las modalidades insulares del catalán, un guiño a los sectores que defienden la diversidad cultural y lingüística del archipiélago.

El portavoz del PP en el Parlament sostiene que la iniciativa «recupera los consensos» que han guiado la política lingüística durante décadas. Según Sagreras, cumple una promesa asumida desde la oposición y que ahora se traduce en una modificación legislativa concreta.

Con este movimiento, los populares consideran que dan por cerrados los compromisos suscritos con Vox en el pacto presupuestario de 2025, aquel que incluía la restitución de la vehicularidad del castellano y la derogación de la Ley de Memoria Democrática. De hecho, la tramitación de esa derogación ya se puso en marcha recientemente en el Parlament.

Si Vox presentó su propuesta de forma unilateral, el PP hizo le devolvió la pelota. «No teníamos inconveniente en que fueran ellos quienes la presentasen, pero, como no se concretó y estaba en nuestro programa, hemos decidido iniciarla nosotros», explicó Sagreras. La maniobra pilló por sorpresa al partido de Abascal. Según fuentes de Vox, desconocían que el PP registraría su propio texto y aseguran que mantendrán viva su propuesta original de máximos: «A partir de aquí ya valoraremos qué hacemos», advirtieron.

El desencuentro actual tiene su raíz en septiembre, cuando Vox presentó su iniciativa sin previo aviso al PP, lo que provocó un nuevo cortocircuito entre ambas formaciones. Aunque comparten el objetivo de devolver al castellano su condición de lengua vehicular, difieren en la profundidad de la reforma. El texto de Vox introducía varias modificaciones legales, incluidas cláusulas para derogar otras normas educativas, algo que el PP consideró «inasumible».

El texto del PP inicia ahora su recorrido parlamentario y deberá tomarse en consideración, abrirse a las enmiendas y someterse finalmente a votación. Un proceso que, según los cálculos más prudentes, podría extenderse hasta 2026. La portavoz adjunta del PP, Marga Durán, ya ha avanzado que analizarán todas las enmiendas, aunque su intención es mantener el texto «tal cual fue diseñado», porque —asegura— «ya estaba consensuado».

En paralelo, la entidad soberanista Obra Cultural Balear reclama a los grupos a no participar en el debate de la propuesta de Vox, a la que acusa de ser lesiva para la lengua catalana. El PSOE, por su parte, ya anunció que centrará sus críticas en el modelo educativo que plantea el PP, más que en la pugna entre socios de la derecha.

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