El presidente de la Junta de Castilla y León y del PPCyL, Alfonso Fernández Mañueco

El presidente de la Junta de Castilla y León y del PPCyL, Alfonso Fernández MañuecoJuan Lázaro

Las «ramificaciones» del caso PSOE en Castilla y León y el Congreso del PP, viento de cola para un Mañueco al alza

El presidente de la Junta de Castilla y León mantiene una tendencia positiva en las encuestas sobre los socialistas, que, además del cambio de liderazgo, deben afrontar las salpicaduras de la trama de Cerdán

Alfonso Fernández Mañueco decía estar «preocupado» este viernes por las «ramificaciones» que pudiera tener la trama del exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán en Castilla y León. El presidente de la Junta y del PPCyL se refería así a los hechos que podrían estar detrás de la limpia efectuada por el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en el aparato del partido.

El halo de sospecha sobre este movimiento, que ha dado con la diputada burgalesa Esther Peña, hasta ahora portavoz del partido, y del leonés Javier Alfonso Cendón, fuera de la Ejecutiva Federal socialista, no lo ha activado, sin embargo, el dirigente autonómico salmantino, sino un miembro del PSOE con galones a nivel autonómico como es el alcalde de León, una de las voces más críticas dentro de las filas socialistas en la actualidad.

Y es que José Antonio Díez, que ha venido denunciando no solo el intento de pucherazo por parte de Cerdán en las primarias leonesas de 2022, sino incluso amenazas de Koldo García, mano derecha del exministro José Luis Ábalos, tras una discusión con el predecesor de Cerdán al frente del organigrama del PSOE. En una entrevista en Onda Cero, este viernes, el primer edil leonés advertía que «los tentáculos y ramificaciones podrían llegar mucho más lejos en cuando a responsabilidad, malas praxis y beneficios por ser amigos de», en alusión a la relación «íntima» entre Cerdán y el purgado Cendón.

«Afecta de forma colateral al PSOE de Castilla y León», admitía Díez, quien echaba más leña al fuego: «Una de las personas que era la mano derecha de Cerdán en el proceso de primarias locales de 2022 es ahora la actual vicesecretaria general». Se refiere a Nuria Rubio, vicesecretaria general del PSCyL y, por tanto, uno de los perfiles fuertes de los socialistas en la región, que en febrero renovaban por completo su cúpula tras la salida de Luis Tudanca y la llegada del alcalde de Soria, Carlos Martínez, que tendrá que medirse con Mañueco en las urnas a más tardar en marzo.

Afines a Cerdán

«Nos preocupa qué ramificaciones, qué responsabilidades puede haber en el peso de Castilla y León», insistía un Mañueco al que las salidas de Peña y Cendón después de que Cerdán recalara en prisión por un presunto caso de corrupción consistente en el cobro de comisiones a cambio de adjudicaciones de obra pública no le suponga más que viento de cola en un momento en el que ya partía de una situación favorable.

Los «principales» líderes del PSOE en la región formaban parte del equipo de Cerdán, recordaba el presidente de la Junta de Castilla y León a su llegada al XXI Congreso Nacional Extraordinario del PP en Madrid, en el que se reelegirá como presidente del partido a Alberto Núñez Feijóo y donde Mañueco tiene un papel predominante como coordinador junto al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, de la ponencia política del partido.

El exalcalde de Salamanca ya auguraba el jueves que el cónclave sería el escenario ideal para exhibir el «éxito» de las políticas de los 'populares' en Castilla y León y en el resto de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, en un momento en el que la formación puede sacar mucho rédito no solo de su gestión –desde hace ya un año en solitario en la región, con Vox fuera del Ejecutivo–, sino de las horas bajas de los socialistas, con un Sánchez al que cada vez más voces internas miran con lupa tanto en público como en privado.

En este sentido, el propio alcalde de León comentaba sobre el nombramiento de la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, este viernes. como sucesora de Cerdán al frente de la Secretaria de Organización del PSOE, que era un nombramiento que podía generar dudas. Por un lado, apuntaba a que, aunque no la conocía, «si han decidido que sea la nueva secretaria de Organización en una situación tan sumamente compleja, entiendo que reúne los requisitos necesarios que no han tenido su predecesores». Y por otro advertía de que el problema es que «la ha elegido el mismo» que eligió a Cerdán.

«Ambos han sido elegidos de forma directa y expresa por el secretario general y sobre él recae una importantísima responsabilidad», al tratarse de »personas de máxima confianza», indicaba. «Si fallan, hay responsabilidad desde el punto de vista orgánico del partido», zanjaba en alusión directa a Sánchez. El PP de Mañueco afronta, por tanto, una situación en la que parece que no tiene que hacer mucho más que seguir gestionando sin grandes sobresaltos y permitir que los socialistas se cuezan en su propia salsa. Y algunos sondeos apuntan en esa dirección.

El del cuestionado Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) elaborado entre el 7 y el 31 de marzo señalaba que, de celebrarse en ese momento elecciones autonómicas en Castilla y León, las ganaría el PSOE con el 34 % de los votos, por el 27,4 % que lograrían los 'populares'. El más reciente, de Sigma Dos para Castilla y León Televisión (CyLTV), realizado entre el 27 de mayo y el 7 de junio, con los nombres de Ábalos, Cerdán y Koldo, entre otros, en primera plana, le daba la vuelta a la tortilla: el PP obtendría el 36,7 % de los apoyos mientras que los socialistas se quedarían en el 30,1 %.

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