Mujer calentando sus manos en un radiador
La revolución energética que nace en Soria: «Podemos ofrecer calor prácticamente a coste cero»
La compañía ha pasado de trabajar con particulares a cerrar acuerdos en sectores de alto consumo térmico, como hoteles y piscinas climatizadas
En un pequeño pueblo de Soria, en pleno invierno, el garaje de una vivienda empezó a calentarse más que la propia casa. No era por una estufa ni por una caldera, sino por los servidores informáticos que estaban instalados allí y que funcionaban sin descanso. Aquella escena cotidiana, casi anecdótica, fue el germen de un proyecto que hoy aspira a revolucionar el sector energético desde una de las provincias más frías y despobladas de España.
«Podemos llegar a ofrecer un calor prácticamente a coste cero, según el tipo de consumidor», afirma Gonzalo García Iranzo, CEO y cofundador de Hotta, la empresa que nació hace cinco años de aquella intuición. Actualmente, la firma tecnológica ubicada en Soria instala microcentros de datos capaces de calentar hogares y negocios aprovechando el calor digital que antes se desperdiciaba.
La tecnología de Hotta, fundada también por Aarón Molina Galán, consiste en instalar cápsulas similares a una caldera convencional que, en lugar de quemar gas o consumir electricidad para producir calor, reutilizan la energía residual que desprenden los servidores que la empresa instala. «Damos un segundo uso al calor que desprenden los chips de los ordenadores y servidores», comenta el directivo a El Debate.
Piscina climatizada
El cliente recibe agua caliente y calefacción sin invertir en equipos ni encargarse del mantenimiento, mientras la compañía utiliza esos mismos servidores para sus operaciones digitales.
Uno de los aspectos más llamativos de su propuesta es su escalabilidad. La instalación ocupa alrededor de 50 centímetros de lado, menos que una caldera de gas tradicional, y puede integrarse en sistemas existentes sin obras. «En poco espacio podemos generar mucho calor», dice el CEO de Hotta, cuya aspiración es que algún día la instalación funcione como un electrodoméstico más, «como una televisión: enchufar y listo».
Lo que comenzó como un prototipo doméstico se ha convertido en un modelo comercial que combina eficiencia energética y despliegue tecnológico distribuido. La firma ha pasado de trabajar con particulares a cerrar acuerdos en sectores de alto consumo térmico, como hoteles y piscinas climatizadas, con partners como Fluidra y conexiones con grupos industriales como Mondragón.
Hotta cuenta actualmente con doce trabajadores, su objetivo es triplicar la facturación respecto a 2024 y consolidarse en los mercados de piscina, wellness y hotelería, ofreciendo calor más barato, o incluso gratuito, sin coste inicial para el usuario.
La ubicación, una ventaja competitiva
Lejos de percibir la ubicación como un obstáculo, el CEO de Hotta defiende que estar instalados en Soria (inicialmente estaban aficandos en Valencia) es una ventaja competitiva para ellos. «Siempre hemos visto Soria como una ciudad de oportunidades», asegura el directivo, que destaca de la ciudad castellana la disponibilidad de espacio, los menores costes y una mayor calidad de vida frente a ciudades como Madrid o Barcelona.
La decisión de trasladarse desde la ciudad del Turia fue estratégica, y estuvo acompañada de apoyo institucional de la Junta de Castilla y León, la Diputación y aceleradoras especializadas en energías verdes.
Hotta forma ha entrado este año en el 'Top 101 Spain Up Nation 2025', una iniciativa impulsada por ENISA y el Ministerio de Industria y Turismo que distingue a las startups más innovadoras y con mayor proyección del país. Este reconocimiento ha impulsado su visibilidad, pero la compañía insiste en mantener el foco en el crecimiento real del negocio y en un mercado en plena expansión.