Los Mossos durante el operativo de detención en Igualada
Los Mossos analizaron 155 cámaras de seguridad para dar con el sospechoso de la violación de Igualada
Se llevó la chaqueta de la víctima y también su ropa interior
Fue un «trabajo complejo». Así han definido los Mossos d’Esquadra la investigación que llevaron a cabo durante cinco meses para localizar al presunto autor de la brutal violación a una menor en Igualada (Barcelona), la madrugada del 1 de noviembre del año pasado. Más de un centenar de agentes participaron en estos trabajos y llegaron a revisar 155 cámaras de seguridad para dar con Brian Raimundo C.M., el joven boliviano de 20 años detenido por estos hechos.
Las primeras semanas los agentes centraron su búsqueda sobre los hechos denunciados en el último año en Igualada por exhibicionismo, peleas, agresiones, abusos sexuales y robos violentos. También hicieron un estudio sobre los autores de estos hechos y sus antecedentes policiales.
Y luego llegó el estudio de las imágenes proporcionadas por los sistemas de videovigilancia de varias empresas de la zona. Recopilaron las grabaciones de 155 cámaras que se revisaron con minuciosidad. Se fueron descartando sospechosos hasta que detectaron cómo un joven iba siguiendo a la víctima por varias calles del polígono industrial Les Comes. Y a eso hay que añadir que la geolocalización de su teléfono móvil y el de la chica coincidían y confirmaban este recorrido.
Así, por ejemplo, cámaras de empresas y de un bar grabaron al chico unos 15 ó 20 segundos después que la joven. Y en otras imágenes, la diferencia entre ellos era de sólo dos segundos, hasta que el chico desapareció unos 20 minutos y las cámaras volvieron a grabarlo en dirección a Igualada. Él llevaba aquella noche una sudadera con capucha, pantalones negros y zapatillas de deportes blancas.
Y otro hecho llamó la atención de los Mossos aquella noche: un altercado protagonizado por varios jóvenes y que provocó daños a un vehículo aparcado. Uno de estos chicos llevaba la misma ropa que el presunto agresor.
Este joven fue el que centró ya la investigación de los Mossos hasta que consiguieron identificarlo como Brian Raimundo C.M. Con todas las evidencias solicitaron al juez una orden para poder registrar su domicilio y el de su expareja. De estos registros se han conseguido piezas importantes del rompecabezas: se han encontrado restos de ADN de la víctima en una chaqueta del detenido; también se ha hallado la ropa y la mochila que el joven llevaba el día de los hechos, ropa de la víctima y el teléfono que llevaba aquella noche.
Recordemos que el titular del juzgado de instrucción número 4 de Igualada ordenó el ingreso a prisión del joven por los delitos de agresión sexual y asesinato en grado de tentativa. Él está vigilado por el riesgo de suicidio. Según la interlocutoria del juez, Brian Raimundo atacó a la chica entre las 6.16 y las 6.40 de la mañana. La golpeó en repetidas ocasiones y la agredió sexualmente. La abandonó semidesnuda e inconsciente en un lugar frío y por el que apenas pasaban personas. De hecho, el juez considera que, si un camionero no la hubiera encontrado aquella mañana del 1 de noviembre, la chica habría muerto.
El instructor también señala en su auto de prisión que Brian Raimundo no tiene arraigo social ni familiar, y que del informe de los investigadores se deduce que llevaba una vida «solitaria, sin apenas contactos con otras personas o lazos sociales estables».
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