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04 de mayo de 2024

Ilustración de Pedro Sánchez flanqueado por Junqueras y Puigdemont

Pedro Sánchez, flanqueado por Junqueras y PuigdemontLu Tolstova

 ERC y Junts exigen a Sánchez verificadores internacionales distintos

La reunión en Ginebra, donde reside la secretaria general de ERC Marta Rovira, está aún en el aire y no se descarta que la reunión entre Puigdemont y los enviados de Sánchez sea en Bruselas o París

Si no quieres caldo, dos tazas. Toni Comín, eurodiputado no adscrito (Junts) y compañero de fuga de Puigdemont, declaró hace unos días que no era viable atender la petición de ERC de negociar conjuntamente con el PSOE. ERC respondió a la invectiva de Comín que, por su parte, no se sentían molestos porque el PSOE se reuniera primero con sus archienemigos de Junts; pero aprovechó para recordar que la propuesta de un mediador y verificador internacional fue inicialmente suya y que ya la plantearon, entonces sin éxito, cuando en 2019 acordaron con el PSOE constituir una mesa de negociación entre los gobiernos catalán y nacional a cambio del voto de ERC a la investidura de Sánchez.
El pacto entre Junts y el PSOE establece una reunión mensual entre ambos partidos para que el partido populista-independentista evalúe la labor de gobierno de Sánchez y decida, tras el examen mensual, si le sigue prestando apoyo. Puigdemont y su entorno estaban molestos porque noviembre tocaba a su fin y, a las primeras de cambio, los socialistas ya les daban largas sobre la fecha de celebración de la primera reunión. Así que el expresidente de la Generalitat no dudo en enseñar las uñas haciéndose el encontradizo con Manfred Weber, líder del PPE, en un acto en Bruselas organizado por el influyente «Politico», para poder afirmar a continuación que «si el PSOE no cumple, no descarto apoyar una moción de censura del PP».
Carles Puigdemont y Santos Cerdán en la reunión en el Parlamento Europeo

Carles Puigdemont y Santos Cerdán en la reunión en el Parlamento Europeo

La respuesta del PSOE fue inmediata. La ministra portavoz Pilar Alegría dijo que «el PSOE cumple sus compromisos» y la reunión se fijó para este fin de semana. Inicialmente se planteó la posibilidad de que la reunión del equipo enviado por Pedro Sánchez, encabezado por Santos Cerdán, con Puigdemont, Turull y Boye fuera en Ginebra, lugar de la sede del Centro Humanitario Henri Dunant, que parece que va a ser el mediador impuesto por Junts a los socialistas. Pero el hecho de que Marta Rovira, la también prófuga secretaria general de ERC, resida en esta ciudad suiza ha hecho que se cuestione esta ciudad como sede de la reunión para evitar que ERC se lo tome como una provocación. París o Bruselas parecen los lugares más probables de este primer encuentro de evaluación de los progresos del PSOE en su ruta de concesiones al separatismo.
En esta primera reunión Junts obtendrá varios triunfos políticos. Ser el primero en reunirse con el PSOE, ser el primero en contar con un mediador internacional y ser el primero en plantear sus propuestas de máximos: el camino hacía el referéndum aplicando el artículo 92 de la Constitución y traspaso de todos los ingresos derivados de impuestos pagados en Cataluña a la Generalitat de Cataluña.
La soga política se ciñe poco a poco en el cuello del PSOE y de su líder, dado que Junts no aceptará un aplazamiento ad calendas graecas y exigirá una respuesta en la siguiente reunión que, quizás, con la excusa de las fiestas de Navidad, conseguirán aplazar a enero, pero no más allá.
El ministro de la Presidencia Félix Bolaños y el presidente de ERC, Oriol Junqueras

El ministro de la Presidencia Félix Bolaños y el presidente de ERC, Oriol JunquerasERC EFE

Desde el PSOE se afirma en privado que las reuniones con Junts son «inocuas» porque no son entre gobiernos sino entre partidos y que el pacto firmado entre Junts y el PSOE no es más que «la rendición de los independentistas» a los que consideran «prisioneros de lo que han firmado».

Los mediadores no son neutrales

Mientras en las filas socialistas hacen de necesidad virtud e intentan hacer ver que no pasa nada y que todo sigue un camino normal, tras la reunión del fin de semana ERC tomará el relevo de Junts, exigirá su reunión, en este caso en Barcelona y entre gobiernos de tal forma que Pedro Sánchez se verá sometido a una doble claudicación cada mes, revisada no por uno, si no por dos mediadores internacionales, que más allá de dejar al Gobierno español a la altura de una república bananera ni tan siquiera son neutrales si no que son actores de parte a favor de los independentistas.
Quizás lo próximo sea que ERC y Junts busquen un tercer mediador internacional para hablar entre ellos.
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