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05 de mayo de 2024

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en una imagen reciente

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en una imagen recienteEFE

El socialista Collboni despide a 39 interinos del ayuntamiento por no superar la prueba de catalán

Los afectados, entre los 50 y 60 años, serán cesados este viernes 19 de enero

Personal de mantenimiento, limpieza, conserjes, profesores industriales, músicos… la escabechina de despidos por no superar la prueba de catalán ha afectado a todas las áreas del funcionariado del Ayuntamiento de Barcelona. ¿Las víctimas? Un total de 39 interinos, de entre 50 y 60 años, algunos de ellos trabajando en su puesto desde hace más de 26 años. ¿El verdugo? El gobierno socialista de Jaume Collboni.
La noticia llegó este martes pasado. «El Ayuntamiento reunió a todos los empleados que habían suspendido la prueba de catalán en el proceso de estabilización y les comunicó que les cesarían de su puesto este viernes 19 de enero pese a que todos saben catalán y algunos incluso son catalanoparlantes», denuncia el presidente de Convivencia Cívica Catalana (CVC), Ángel Escolano, en declaraciones a El Debate.
Las pruebas de idioma las hicieron entre noviembre y diciembre y el despido llega en enero. Ha sido fulminante. «Consideramos que son despidos nulos. Algunos de esos funcionarios llevan 26 años trabajando para el consistorio y nunca se les había pedido este requisito y ahora se les echa por motivo de lengua», argumenta Escolano.
El siguiente punto en la historia relacionado con «las formas» tampoco tiene desperdicio. «Tras la reunión el ayuntamiento envió un mail a los afectados en el que se les ofrece poder entrar en una bolsa de trabajo para cubrir eventualidades dentro de un año si en ese momento acreditan el nivel de catalán», lamenta Escolano.

Dos demandas

La polémica comenzó ya con la publicación de las bases del proceso de estabilización para estos funcionarios. CVC ya impugnó dichas bases en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 15 de Barcelona y hoy están pendientes de sentencia. «Impugnamos porque consideramos que la exigencia del catalán en el proceso de estabilización no estaba justificada. A los extranjeros les piden el castellano más básico y a los españoles el catalán más alto. Es ilógico y desproporcionado. En el procedimiento contra las bases no han sido capaces de justificar el nivel», denuncia Escolano.
A la espera de la sentencia cuyo veredicto se conocerá previsiblemente en breve, CVC va a presentar otra demanda para impugnar los ceses, esta vez ante el Juzgado de lo Social. «Son despidos nulos porque son por motivo de lengua y además piden dos niveles por encima del necesario. Hablamos en muchos casos de puestos de trabajo que no son de atención al público, como por ejemplo un músico trompetista de la banda», critica.
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