Los miembros de la Mesa del Parlament, entre ellos Aurora Madaula (Junts) y Rubén Wagensberg (ERC)
Cataluña
Vox pide que los grupos sustituyan a los dos diputados miembros de la Mesa que están «de vacaciones pagadas»
La formación recuerda que la diputada de Junts, Aurora Madaula, que está de baja médica, no asiste al Parlament, pero sí participa activamente en actos políticos
El republicano Ruben Wagensberg reconoce que se ha ido a Suiza para «eludir la acción de la justicia española», dicen desde Vox
Vox había pedido a la Mesa del Parlament que no autorizara la delegación del voto de los diputados de Junts Aurora Madaula y de ERC Ruben Wagensberg, para el pleno que se ha celebrado esta semana. Se da la circunstancia de que ambos son miembros de la Mesa, por lo que cobran un plus por ocupar este cargo, y los dos están de baja médica. Madaula cobra casi 7.500 euros brutos mensuales, y el republicano, por poco, no llega a los 7.000.
Vox había pedido al resto de partidos que los sustituyeran e incluso se habían ofrecido para ocupar su lugar y dar cumplimiento al artículo 49 del reglamento que establece «proporcionalidad» en la representación de los órganos de la cámara. Hay que tener en cuenta que la CUP, con menos diputados y votos, sí ocupa un cargo en la Mesa, de ahí que Vox considere que la formación antisistema es un «okupa institucional».
Lo cierto es que el organismo no solo ha rechazado la petición de Vox y ha cerrado filas con los suyos, sino que además ha aprovechado la ocasión para arremeter contra el partido y para pedirles «respeto», también en el Pleno. Todo ello venía porque el líder de la formación en Cataluña, Ignacio Garriga, había dejado claro en el plenario que «no habrá ningún código de conducta ni reglamento que me impida denunciar a ladrones, corruptos y delincuentes como los miembros de la Mesa que están de vacaciones».
Pero Vox ha dejado claro durante la reunión de la Mesa que «siempre tenemos un alto respeto institucional» cuando la Mesa es la primera que no lo tiene, al «no respetar el resultado de las elecciones en la organización del Parlament». Todo ello, por el cordón sanitario que los partidos separatistas, comunes y el PSC aplican a Vox. Pero también han reprochado a la CUP que pidan también respeto, cuando «son incapaces de decir 'bon dia' (buenos días)» a los diputados de la formación de Ignacio Garriga. Ni siquiera les saludan.
¿En qué se basa Vox? Lo cierto es que Madaula tiene problemas con su formación, con Junts, por haber denunciado acoso en el grupo parlamentario. En concreto, está de baja desde finales de noviembre, cuando la presidenta del Parlament, Anna Erra, de su propia formación, la invitó a «reflexionar» y a que diera un paso al lado. El caso de Wagensberg es diferente. Dice que no es un «exiliado» en Suiza, pero lo cierto es que la posibilidad de que pueda ser detenido por su implicación en Tsunami Democràtic, le «aterra». Y esta situación le ha generado tal angustia, que también se encuentra de baja. Lo ha explicado él en varias entrevistas.
Pues bien, Vox recuerda que Aurora Madaula, al encontrarse en esta situación, no comparece a las reuniones, a las sesiones plenarias y a las votaciones, delegando su voto. Pero aun así, recuerda la formación, sí es muy activa en redes sociales y en algunos de los mensajes que ha colgado se la puede ver participando activamente y «de forma reiterada», y sin ningún tipo de problemas, en actos políticos fuera del Parlament. Por este motivo, consideran que esa delegación de voto es «fraudulenta».
Del diputado de ERC, Ruben Wagensberg, dicen desde Vox que su baja médica «es un mero pretexto para facilitar su voto delegado, pues lo cierto es que la causa de incomparecencia es notoria y exclusivamente debida a que se ha instalado en Suiza para eludir la acción de la justicia». Y recuerda que la Audiencia Nacional le atribuye, indiciariamente, un delito de terrorismo.
En este sentido, la formación recoge la doctrina del Tribunal Constitucional respecto a la presencialidad de los diputados y sobre las causas que pueden justificar el voto delegado y que son «excepcionales y tasadas». Por este motivo, consideran que «la situación personal del diputado fugado a Suiza para eludir la acción de la justicia no es subsumible en ningún supuesto excepcional que le habilite para delegar su voto, dado que reside voluntariamente con el único propósito de no rendir cuentas con la justicia, obviando de forma flagrante sus deberes parlamentarios».
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