Alba Caro en la novillada de Vinaroz (Castellón)

Alba Caro en la novillada de Vinaroz (Castellón)Federación de Entidades Taurinas de Cataluña

Entrevista

Alba Caro: «Sería un sueño tomar la alternativa en la Monumental, pero tal y como están las cosas, es difícil»

Esta novillera catalana considera que faltó unión a la afición taurina para defender las corridas de toros en Cataluña

Alba Caro es novillera, de Barcelona. Tiene 18 años y estudia un ciclo superior de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal. Tenía cinco años cuando el Parlament prohibió por la ley la celebración de corridas de toros en Cataluña, aunque en 2016, el Tribunal Constitucional revocó ese veto. En cualquier caso, desde entonces, no se ha celebrado una sola corrida en esta comunidad autónoma.

Pero Alba quiere ser torero. Desde los 13 años tuvo claro que quería serlo. No tiene muy claro de dónde le viene la afición, porque su familia no es taurina. Pero su empeño y sus ganas la llevaron hasta la Escuela Taurina de Cataluña y a intentar abrirse camino en el mundo del toro. ¿Su ilusión? Tomar la alternativa en la Monumental de Barcelona, algo que reconoce que es muy difícil. Por cierto, esta semana esa plaza de toros ha acogido un acto de reivindicación del toreo en Cataluña

Hace unos meses tuviste un susto en Antequera. ¿No se coge miedo al toro?

Lo cuento porque hace ya bastante que pasó, pero tuve la suerte o la desgracia de que me quedé inconsciente y, por lo tanto, no recuerdo nada de aquel momento, así que no he tenido ni esa oportunidad, de poder cogerle miedo. Bueno, fue un pequeño percance. A ver, los toros cogen y si no echas los trastos con tiempo, cogen todavía con más fuerza. Pero la recuperación fue muy rápida, no tuve lesiones físicas, así que todo bien.

Tienes 18 años. ¿Cuándo decidiste ser torero?

Empecé no muy pequeña, para lo que suele ser normal. Pero con trece añitos comencé a interesarme mucho más por el mundo del toro. Y tampoco sé muy bien cómo fue, porque no tengo una familia extremadamente taurina, ni que lo viva tanto. A mi abuela sí que le gustaba bastante. A veces lo veía en la tele, en su casa. Y cuando fui creciendo un poquito más, ya lo empecé a buscar yo por mi cuenta hasta que un día dije: pues yo quiero estar donde está esta persona, quiero hacer lo que hace esta persona. Y decidí apuntarme a la escuela.

¿Y qué te dijo tu familia?

Hacía taekwondo, hípica y luego yo ya quise meterme en el toro. Al principio me dijeron que no, que ni de broma. Y estuve esperando dos años, hasta que al final sí que me dejaron apuntar y lo conseguí. Pero al principio no había manera.

Tú vas aquí a la Escuela Taurina de Cataluña. ¿Cómo ves el mundo del toro? No se celebran corridas, pero bueno, lo cierto es que hay afición, quizá más de la más de la que parece.

Los toros, de hecho, no están prohibidos. En Cataluña se podría celebrar corridas, pero quizás no se hacen por todo lo que pasa, porque a nivel social o económico sería un poco complicado. Pero hay afición y hay gente que le gusta y lo vive. Y eso se pudo comprobar en una novillada que pudimos dar en Vinaroz el año pasado, a la que fue muchísima gente. Y yo creo que también se reflejó en el acto de la Monumental

Acto un poco raro, entre comillas, el de la Monumental, porque era un acto taurino, sin toros. Aunque tenía más la vertiente de la reivindicación, ¿no?

Sí, es una manera de abrirse camino. Hay que empezar por abajo, no podemos empezar ya, de la nada. Ni no se ha hecho con toros, es porque ellos de alguna manera lo habrán valorado y ha sido inviable. Pero ya digo, es una manera de abrirse camino, de empezar por algún sitio. Y quién sabe si a partir de ahí se puede seguir escalando el nivel y conseguir dar una novillada o dar una corrida de toros en la Monumental. Ojalá.

Eso sería, por ejemplo, tu sueño, tomar la alternativa en la Monumental, ¿o lo ves muy difícil?

Por supuesto que sería un sueño. La verdad es que llegar a tomar la alternativa ya es un sueño enorme. Pero si fuera en la Monumental, pues ojalá. Aunque para ser sincera, tal y como están las cosas ahora mismo, parece muy difícil.

La afición en Cataluña

Lo comentábamos antes. El Parlament prohibió las corridas, el Tribunal Constitucional levantó esa prohibición. ¿Pero no resulta sorprendente que se intentaran eliminar las corridas, pero no se hayan tocado los correbous? Uno de los elementos que justificaban su prohibición era el sufrimiento animal. ¿Por qué en un caso se sufre y en el otro parece que no?

Creo que el tema de los correbous es algo que vive tanto la gente de los pueblos en los que se celebra, que no permiten, no dejan que se los quiten. Incluso los políticos ya saben que, si entran por ahí y tocan esa tecla, la gente se les va a echar encima. Por eso, ni lo tocan. Y en el caso de las corridas de toros, yo creo que fue también un poquito culpa de la afición, que no tuvo la unión de decir pues no, no se tocan. Y pasó aquello.

Tú vas a la Escuela Taurina de Cataluña, ¿cuántos novilleros hay?

Pues ahora mismo somos cuatro, que estamos más en activo y luego hay dos chavalillos más chiquitos, que son gemelos, que también están por allí con nosotros. Somos todos de la zona de Barcelona, de Hospitalet, Bellvitge…

Afición hay, entonces

Sí y tanto. Y eso se ve cuando vamos con la UTYAC, que es como una peña o una unión de aquí, que vamos a hacer viajes para ir a los toros y mucha gente que es de aquí, se apunta y vamos juntos. Y ahí ves que realmente sí que hay afición. Pero muchas veces la gente no lo dice de viva voz, pero la hay.

¿Hay un poco, no sé si decir miedo, pero sí a que te puedan señalar?

Sí, tristemente existe ese cierto miedo, porque a veces te puede poner un compromiso en el trabajo, por ejemplo. Yo sí que soy de decirlo siempre, y en clase, que me gustan los toros, pero entiendo que a lo mejor en una situación laboral te puede suponer un compromiso.

Tienes 18 años y estás estudiando.

Sí. Yo acabé el bachillerato y estoy haciendo un ciclo superior de ganadería.

¿Y cómo se combina todo?

Pues yo lo digo a día de hoy, que aún no sé cómo me saqué el bachillerato, segundo de bachillerato científico y con buena nota, porque es muy duro. Es que vas a entrenar muchas horas y luego llegas a casa y tienes que estudiar muchas horas también. Al final acabas sacando el tiempo de donde no lo hay, porque cuando quieres hacer algo, consigues el tiempo de donde sea.

Estás estudiando un ciclo relacionado con la ganadería. Tienes clarísimo por donde quieres encaminar tu futuro

Sí. Siempre lo tuve bastante claro y encima descubrí este ciclo. Inmediatamente, pensé: esto es lo mío.

Teniendo en cuenta todo eso, ya se podían poner tus padres como quisieran, pero tratar de convencerte de que los toros no era lo tuyo, era casi imposible

Yo creo que hay que hacer aquello que te guste, porque luego, es lo que mejor te sale. Y luchas para conseguirlo.

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