este sábado en Lérida

Imagen de archivo de Oriol JunquerasEFE

La apuesta imposible de Junqueras: candidato sin poder serlo

El líder de ERC se presenta a 2028 confiando en una amnistía pendiente mientras arrastra una inhabilitación de siete años más

Oriol Junqueras ha decidido dar un paso que desafía la lógica institucional: presentarse como candidato a la presidencia de la Generalitat en las elecciones de 2028, a pesar de que la justicia le impedirá ocupar cualquier cargo público durante los próximos siete años. El anuncio, previsto para este martes en una conferencia titulada «Una nueva ambición nacional», pone de manifiesto la estrategia de un partido que apuesta por un líder jurídicamente vetado.

La contradicción es evidente. Mientras Esquerra Republicana prepara su hoja de ruta electoral, su máximo dirigente permanece inhabilitado hasta la próxima década por la sentencia del Supremo relacionada con el referéndum ilegal de octubre de 2017. La condena es clara: ninguna responsabilidad pública hasta 2031.

La jugada de Junqueras se sustenta enteramente en la esperanza de que la ley de amnistía acabe materializándose de forma favorable. Sin embargo, meses después de su aprobación parlamentaria, la aplicación real de esta norma sigue generando incertidumbres jurídicas y retrasos administrativos que dejan al presidente republicano en un limbo político.

Desde que reconquistó el control interno del partido el pasado diciembre, tras imponerse en unas primarias que marcaron su regreso al poder orgánico, Junqueras ha mantenido un perfil de estadista en espera. Ahora, con esta candidatura anticipada a tres años vista, ERC envía un mensaje a sus bases: la apuesta por un liderazgo que, por ahora, existe más en el discurso que en la práctica institucional.

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