Detalle de 'Últimos momentos del rey don Jaime I el Conquistador', de Ignacio Pinazo (1881)
Historia
Las conquistas de los reyes de Aragón que el nacionalismo catalán pretende hacer suyas
Jaime I y Pedro III fueron dos de las figuras fundamentales del historial de conquistas de la Corona de Aragón
A pesar de los esfuerzos por parte de la historiografía de corte nacionalista por convencer al personal de la existencia de una «Corona catalano-aragonesa», esta nunca existió, y muchos de los supuestos «reyes catalanes» que exhiben fueron, claro, monarcas de Aragón. El caso más paradigmático es el de Jaime I el Conquistador, que nació en Montpellier el 2 de febrero de 1208.
Se casó en 1221 con Leonor de Castilla, pero aquel matrimonio fue anulado por parentesco familiar, y el rey se volvió a casar en 1235 con Violante de Hungría, hija de Andrés II. Al morir Violante, tuvo relaciones con Teresa Gil de Vidaure, Blanca de Antillón, Berenguela Fernández y Berenguela Alonso.
Conquistas de Aragón
Para extender sus territorios y sanear las arcas, Jaime I inició su expansión por el Mediterráneo. En el año 1229 conquistó Mallorca a los musulmanes; en 1231, Menorca, y en 1235, Ibiza y Formentera. La expansión por la Península Ibérica se centró en la zona de Valencia, ya que a partir de Murcia era territorio castellano.
La campaña se inició en el 1233 con la conquista de Burriana y Peñíscola. En el 1242 conquistó Alzira, y entre el 1243 a 1245 el resto. Después de las sentencias arbitrales de Torrellas y el tratado de Elche, el Reino de Valencia quedó incorporado a la Corona de Aragón.
Durante su reinado se normalizaron las Cortes como organismo reivindicativo y representativo: los fueros de Aragón se fijaron en 1247 y los Usajes de Barcelona se establecieron en el 1251, siendo la base del derecho catalán. Los fueros valencianos son del 1240. Jaime I estableció la Corte en Barcelona, e impulsó el comercio y la política norteafricana. Dictó la primera crónica catalana medieval redactada en catalán, el Llibre dels feits.
Detalle de 'Entrada triunfal del rey Jaime I a la ciudad de Valencia', pintado por Richart Montesinos en 1884
En el 1269 quiso hacer una expedición a Tierra Santa, pero renunció por el mal tiempo. También participó en la conquista del Reino de Murcia, en 1243, por petición de su hija Violante, que estaba casada con Alfonso X el Sabio. Después del tratado de Almizra, el reino pasó a Castilla. Jaime I murió en Alzira el 27 de julio de 1276. Fue enterrado en Santa María de Valencia y, en el 1278, lo trasladaron al monasterio de Poblet.
Pedro III
Su sucesor fue Pedro III, apodado el Grande. Nació en Valencia en el 1240, y se casó el 13 de junio de 1262 con Constanza de Hohenstaufen, hija de Manfredo I de Sicilia, en Montpellier. Extramatrimonialmente tuvo hijos con María Nicolau y Inés Zapata.
Su política expansionista se centró en el Mediterráneo. Incorporó a la Corona de Aragón el reino de Sicilia. Después de las vísperas sicilianas se le ofreció la corona siciliana al ser su heredero. Pedro III fue coronado el 30 de agosto del 1282 en Palermo. Esa coronación hizo que el Papa Martín IV lo excomulgara. Asimismo, lo apartó como rey de Aragón y nombró sucesor a Carlos de Valois.
Martín IV declaró una cruzada contra Aragón. Los franceses invadieron Gerona en el 1285, aunque fue un triunfo que les duró poco tiempo. Las tropas de Roger I de Lauria tomaron Sicilia y derrotaron a los franceses en las Islas Hormigas y en el barranco de las Panizas. Gracias a esto, Pedro III recuperó la Corona de Aragón.
Pedro III murió en Vilafranca del Penedès el 2 de noviembre de 1285. En su testamento pidió ser enterrado en el Monasterio de Santes Creus. Su cuerpo fue colocado en una urna de pórfido rojo que había traído Roger de Llúria desde Sicilia. Según José Hinojosa Montalvo, en el campo de la cultura literaria tuvo fama de ser un excelente trovador.
Para Ramón Muntaner, Pedro III fue el hombre que había nacido con más gracias después de Jesucristo. Para Dante, «de todo valor estuvo ceñido su corazón». En el año 2010 se estudió su tumba, y los investigadores llegaron a la conclusión que nunca había sido profanada. Descubrieron que tenía el cabello de color rubio, aunque fue enterrado con la cabeza rapada.