El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, esta semana en el Parlament

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, esta semana en el ParlamentEuropa Press

Cataluña

Illa sigue jugando a la ambigüedad: anuncia que irá a los actos del día de la Hispanidad en Madrid

Confirma su asistencia por segundo año consecutivo, rompiendo la racha marcada por Mas, Puigdemont o Aragonès

Incluso los críticos más acérrimos del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, le reconocen su impecable respeto a las formas institucionales. «Ni una mala palabra, ni una buena acción», suele repetir el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández. Illa volverá a hacer gala de ello este domingo, ya que ha anunciado que, como el año pasado, asistirá a los actos institucionales de la Fiesta Nacional del 12 de octubre, en Madrid.

Así lo han detallado fuentes del gobierno catalán a EFE. Se confirma así una tendencia iniciada en 2024 que rompía el criterio aplicado en los anteriores 14 años por los sucesivos presidentes independentistas de la Generalitat: Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès. El socialista José Montilla, en 2010, había sido el último presidente catalán en acudir a Madrid por el 12-O.

Su presencia se enmarca en la intención confesa de Illa de devolver Cataluña a la «normalidad institucional», algo que es también patente en las múltiples recepciones al Rey Felipe VI que ha protagonizado Illa. Se trata de un respeto institucional que, no obstante, contrasta con la progresiva asunción del bagaje político y los tics de sus antecesores nacionalistas.

Nacionalista, no separatista

Aupado al poder gracias a los votos de ERC, no es ningún secreto que Illa reverencia el legado de políticos como el republicano Josep Tarradellas o el convergente Jordi Pujol, y que se siente cómodo ocupando un espacio catalanista que no llega a ser separatista. Esto se concreta en aspectos como el entusiasmo con el que defiende la exclusión del español en los hospitales y las aulas o en cuestiones como la negociación de la polémica «financiación singular» con ERC.

Esto le ha llevado a cabalgar contradicciones que sus adversarios le recuerdan a menudo, como cuando defendió que para Puigdemont y el resto de líderes del procés no habría «ni amnistía ni nada de eso».

Últimamente Illa repite que él no es independentista, pero sí «federalista», algo que ya expresó en Madrid su deseo de que Cataluña se implique en un modelo de España «plural y diversa».

Es una posición que le ha valido numerosos reproches por parte de Junts, a quienes Illa ha dado un portazo esta semana al votar «no» en el Debate de Política General del Parlament de Cataluña a una propuesta de los postconvergentes que proponía «plantear» un nuevo referéndum de autodeterminación de Cataluña en las negociaciones en Suiza entre Puigdemont y los emisarios de Pedro Sánchez.

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