El líder de Junts, Carles Puigdemont, en una imagen de archivo
Una relación erosionada
Puigdemont mantiene el ‘no’ a los Presupuestos de Sánchez tras una nueva reunión con Zapatero
El expresidente del Gobierno se vio con el líder de Junts el lunes, pero no logró su compromiso para aprobar las cuentas de 2026
Como han venido realizando de forma regular desde la caída en desgracia de Santos Cerdán, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de Junts, Carles Puigdemont, volvieron a reunirse en secreto esta semana. Fue el lunes, en Suiza, en un encuentro al que el emisario de Pedro Sánchez acudía con la encomienda de ablandar al gerundense prófugo y conseguir el «sí» de Junts a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2026.
Sin embargo, según fuentes conocedoras de la reunión, Puigdemont se mantuvo en el «no» a las cuentas de Sánchez, ratificando en privado lo que desde Junts han venido aireando en público: que no apoyarán los PGE de 2026 si Sánchez no «cumple» primero con Cataluña. Desde hace unas semanas, los postconvergentes han puesto un precio concreto a esta exigencia: 6.255 millones de euros, que según Junts es la cantidad de inversiones estatales no ejecutadas en la comunidad desde 2015.
El encuentro de Zapatero y Puigdemont este lunes es el cuarto que se celebra en un mes y medio, lo que da fe de la tensa situación que atraviesa la relación entre ambos grupos. Voces dentro de Junts consideran que la situación es análoga a lo que ocurrió en octubre de 2022, cuando los postconvergentes salieron del gobierno de Pere Aragonès, y consideran que Puigdemont estaría allanando el terreno para escenificar la ruptura.
Junts señala a Illa
En esta línea va, de hecho, el intento de Junts la semana pasada de instrumentalizar el Debate de Política General en el parlamento catalán para señalar a Salvador Illa como el mayor obstáculo en la relación con los socialistas, un reproche que Puigdemont trasladó personalmente a Zapatero en la reunión.
Los postconvergentes pintan a Illa como alguien que «boicotea» en Cataluña lo acordado con el PSOE en el extranjero, y la guinda del pastel fue el voto en contra del líder socialista catalán a una propuesta de resolución que pedía negociar un referéndum en Suiza. «Es público y notorio que los avances en el acuerdo de Bruselas no van bien», dijo la portavoz de Junts en el Parlament, Mònica Sales, tras esta votación, advirtiendo a Illa de que «su voto tendrá consecuencias».
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en el Parlament
Quedan, de hecho, dos meses para que se cumpla el plazo del último ultimátum de Junts a Sánchez: llevan tiempo advirtiendo que «en otoño», «antes de comer los turrones», iban a «pasar cosas que nunca habían pasado» si no veían avances en las cesiones por parte de Sánchez. Las principales carpetas, de momento, siguen encalladas: su amnistía personal es la que más preocupa a Puigdemont, pero también está en dique seco la oficialidad del catalán en la UE y la cesión de las competencias de inmigración.
Ante este panorama, Puigdemont trasladó a Zapatero que, ante el boicot socialista a sus acuerdos, «la única solución que queda es la ruptura», según adelantó ABC. De ahí que no quieran oír hablar de techo de gasto ni de la senda de déficit, dos temas necesariamente previos a los PGE, y Sánchez esté sudando por amarrar el apoyo de los independentistas.
En este contexto, pocas horas después de la fallida reunión de Zapatero con Puigdemont, Sánchez dijo en una entrevista en la Cadena SER que mantiene su intención de reunirse con el líder de Junts. Ya lo hizo Illa hace un mes y medio, pero aquella foto no fue suficiente, y el presidente del Gobierno espera calmar los ánimos de los postconvergentes gastando esta bala. Junts lleva tiempo avisando, no obstante, de que esta reunión «llega tarde».