«¡Échale un par de huevos!»: una campaña viral advierte de la violencia normalizada en el deporte infantil

«Lo sorprendente es que no nos sorprenda». Con este lema, la Fundación Brafa lanza la decimosexta entrega de su campaña #noseashooligan, tres vídeos que denuncian la normalización de la violencia en el deporte formativo: gritos e insultos al árbitro y a los jugadores, enfrentamientos entre aficiones y agresiones físicas en competiciones infantiles.

Los datos respaldan la alarma. Según el estudio CASES (Child Abuse in Sport European Statistics), realizado por universidades europeas, el 70% de los deportistas encuestados declararon haber sufrido violencia psicológica durante su práctica deportiva, y un 43%, violencia física. Las conclusiones son contundentes: el deporte puede no proporcionar el entorno protector y saludable que se supone para los niños.

La violencia psicológica es la más extendida. No recibir elogios por los esfuerzos (42%), humillaciones (38%), ser ignorado o excluido (36%) y críticas al aspecto físico (36%) son las experiencias más comunes. Lo preocupante: el 44% de los casos se inicia entre los 7 y los 13 años, en pleno desarrollo personal de los menores.

«Imagínate estos comportamientos en un festival de música o en una clase de la escuela», plantea la campaña. «Sería impensable. ¿Por qué entonces los aceptamos en el deporte?»

Más allá del campo

Las consecuencias van más allá del campo: ansiedad, sentimiento de defraudar a los padres, bajo rendimiento deportivo, autoestima minada y abandono del deporte. El comportamiento de los adultos durante los partidos afecta directamente al desarrollo de los menores.

Más allá de la denuncia, Brafa ofrece soluciones. La fundación ha desarrollado BChampion, un plan de formación en competencias creado con la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) que concibe el deporte como un entorno verdaderamente educativo y seguro. El programa está disponible gratuitamente para entrenadores e instituciones deportivas de todo el mundo y ya lo han adoptado numerosos clubs.

La Fundación Brafa, con sede en Nou Barris (Barcelona), trabaja para preservar los valores del deporte: humildad, respeto, superación, trabajo en equipo y esfuerzo. Porque cuando la violencia se normaliza en el deporte infantil, deberíamos sorprendernos.