El portavoz de Junts, Josep Rius, durante su comparecencia ante la prensa

El portavoz de Junts, Josep Rius, durante su comparecencia ante la prensaJunts

Cataluña

Junts denuncia una «operación encuesta» contra ellos, tras el empate con Aliança que vaticina el CEO

El portavoz de Junts, Josep Rius, denuncia la «persecución política» al legado de Jordi Pujol

Junts ha acusado al Centro de Estudios de Opinión (CEO) de publicar un barómetro «sesgado» que, según el partido, forma parte de una «Operación Encuesta» destinada a perjudicarlo políticamente. Hay que tener en cuenta que la encuesta sitúa a Junts empatada con Aliança Catalana como cuarta fuerza en el Parlament, una fotografía que la formación rechaza frontalmente.

El vicepresidente y portavoz del partido, Josep Rius, tras la reunión de la ejecutiva, ha asegurado que Junts «volverá a desmentir las encuestas en las urnas, como siempre». Y ha recordado que el CEO ya falló en la estimación de resultados en las últimas elecciones al Parlament. Por este motivo, ha insistido en que «una encuesta solo es fiable según el grado de acierto que demuestra, y en nuestro caso nunca se ha cumplido».

Desde el partido han señalado varios puntos que, a su juicio, evidencian un barómetro mal ajustado: una distribución territorial «descompensada» de la muestra: 102 encuestados en Lérida, 141 en Tarragona y 198 en Gerona, frente a 1.509 en Barcelona; una movilización inesperada de un millón y medio de votantes que no participaron en 2024; el supuesto cambio de voto de 670.000 personas; y la práctica ausencia de indecisos. «Una cosa es cocinar una encuesta, y otra llamar a Glovo para pedir que te traigan exactamente lo que quieres», ha ironizado Rius.

Ante esta situación, Junts estudia vías legislativas para modificar la estructura del CEO y propone que el organismo pase a depender del Parlamento en lugar del Departamento de Presidencia.

Críticas por el juicio contra Jordi Pujol

Rius también ha cargado contra la decisión de la Audiencia Nacional de mantener abierto el juicio contra el expresidente Jordi Pujol, pese a los informes médicos que recomiendan no someterle a este proceso. El portavoz ha interpretado la decisión como una «persecución política contra el legado del president Pujol».

En este sentido, ha lamentado la duración del procedimiento, diez años de instrucción, y ha insinuado que «parece que haya existido la voluntad de prolongar la sospecha sobre el presidente durante años para favorecer una instrumentalización política del caso». Rius ha subrayado que tanto los médicos de Pujol como los forenses han aconsejado no continuar el juicio, y ha calificado la posición de la Audiencia Nacional de «intolerable».

Según él, la figura de Pujol «es clave en la reconstrucción del autogobierno y de las instituciones catalanas tras el franquismo», y su impacto en la política catalana contemporánea es «determinante, más allá de lo que ahora digan los tribunales españoles».

Reacción al caso del fiscal general

Sobre la condena y posterior dimisión del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Rius ha denunciado la existencia de un «golpe de Estado togado» protagonizado por la cúpula judicial, y ha recordado que cuando el independentismo criticaba este poder judicial «se le exigía obediencia y se defendía que España era una democracia plena».

A su juicio, ahora es el PSOE quien «padece en primera persona la revuelta de los jueces», aunque, según ha añadido, «llega tarde» a denunciarla. También ha reprochado a los socialistas el pacto con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial: «Alimentaron el monstruo y ahora el monstruo se los está comiendo».

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