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El empresario José Elías avanza con decisión en sus ideas.

Así es como descubre si las promesas de la entrevista respecto de su servicio para la empresa son realesLu Tolstova

José Elías, dueño de La Sirena: «Como te llame el sábado a las once de la noche y no me cojas...»

No es que esté buscando una respuesta, «solo quiero llamarte» porque de este modo «ya me estás respondiendo cuál es tu nivel de implicación», afirma

Con una fortuna que la revista Forbes calcula en 650 millones de euros, el empresario José Elías, propietario de la cadena de congelados La Sirena, es conocido por su elevada exigencia hacia su plantilla. Fiel a su estilo directo y sin filtros, sus últimas declaraciones, pronunciadas durante una conversación en el pódcast Búscate la vida, no han pasado desapercibidas.

En esta intervención, el también comunicador expuso con claridad uno de los métodos que emplea para medir la dedicación de sus altos cargos: llamarlos un sábado por la noche.

Durante el diálogo con su interlocutor habitual, Eric Ponce, Elías explicó que, al fichar a un nuevo directivo, lo somete a una especie de prueba encubierta: realiza una llamada el primer sábado tras su incorporación y observa con atención el número de tonos que transcurren hasta que el receptor contesta.

Según sus propias palabras, no espera obtener una respuesta concreta, sino que esa simple acción revela «cuál es tu nivel de implicación conmigo». A su juicio, este gesto basta para dilucidar si el compromiso manifestado durante la entrevista de trabajo es genuino, pues en ese contexto, según argumenta, el interlocutor «va a estar totalmente sugestionado» y no podrá fingir.

En esta línea, el empresario defendió que un verdadero responsable dentro de su compañía debe estar disponible en cualquier momento, incluso fuera del horario laboral convencional. «Si tengo que llamar a mi director general el sábado a las once de la noche, el tío me tiene que coger el teléfono porque, si no, no me vale para eso», sentenció, dejando claro su criterio de evaluación en términos de entrega profesional.

La autenticidad y el compromiso

Elías sostiene que, en la actualidad, lo que verdaderamente importa son las acciones y no tanto las palabras o las apariencias. En un momento en el que es posible falsear méritos o inflar trayectorias mediante el currículum, insiste en que hay aspectos que no se pueden manipular. «Me puedes vender la moto que tú quieras, pero como yo te llame el sábado a las once de la noche y no me cojas a los tres tonos, ya me estás respondiendo», reiteró con firmeza.

No obstante, matizó que su entorno laboral no se limita exclusivamente a personas que se ajustan a este patrón de disponibilidad absoluta. «Trabajo con todo tipo de personas, con los que me cogen el teléfono y con los que no», reconoció, aunque dio a entender que, para ciertas posiciones clave, este nivel de implicación resulta innegociable.

Estas declaraciones, como en anteriores ocasiones, han generado debate en torno al equilibrio entre vida personal y profesional, así como sobre los límites de la exigencia empresarial. Sin embargo, para Elías, la clave sigue siendo la autenticidad y el compromiso medible en actos concretos, más allá de las promesas expresadas en una entrevista.

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