El presidente de la FCF, Joan Soteras, en una imagen de archivo
Caso Soteras
La nueva estrategia de Joan Soteras para mantenerse al frente de la Federación Catalana de Fútbol
La actual dirección está pactando una candidatura 'fake' con Antonio Escudero para mantener el poder en la sombra
En diferentes ocasiones hemos hablado de la manipulación que ha llevado a cabo el tándem formado por Joan Soteras y José Miguel Calle en los dos últimos procesos electorales que se han celebrado en la Federación Catalana de Fútbol (FCF). Y también hemos comentado la obsesión de Calle para organizar candidaturas fake, para su beneficio.
Como ejemplo podemos hablar de Pepe Palacios, en las elecciones de 2023: entonces, un grupo de personas a las órdenes de Calle lo engañaron para que se presentara, en una lista electoral en la que la mayoría de los miembros de la misma eran personas de confianza de Calle. Todos estos, actualmente, ocupan puestos federativos como recompensa por haber engañado a una buena persona como es Palacios.
De cara a unas próximas elecciones, si hacen caso a la entrega de las 441 firmas que pedían una asamblea general y elecciones, la situación se les complica a Soteras y Calle. ¿Por qué? El motivo es que todo el mundo vinculado al fútbol catalán conoce la manipulación electoral. Saben que han falsificado actas notariales, que han utilizado el presupuesto federativo a su favor, que han manipulado toda la estructura federativa para perjudicar todas las candidaturas y, en especial, la de Juanjo Isern.
Isern ha sido el único que ha luchado contra la corrupción. El resto de posibles candidatos, como Álex Talavera y Antonio Escudero, se vendieron a las propuestas de corrupción que les ofreció Calle.
Ante tal evidencia, son conscientes que no pueden repetir ninguna candidatura donde aparezcan los nombres de Calle, Soteras, Bonet, Quiñonero o Iván Carrillo. Todos ellos están señalados por los Mossos d’Esquadra como presuntos autores de amplios y diferentes delitos. La estrategia de estos personajes es engañar, de nuevo, a los clubs en unas nuevas elecciones.
La nueva estrategia
La nueva estrategia tiene a Antonio Escudero como cabeza de lista, y la llamarán limpia y transparente. A Escudero, como ya explicó El Debate, a parte del imperio que tiene montado en La Junquera, le gusta cambiar de camisa según sopla el viento. En 2022 se presentó a las elecciones al lado de Álex Talavera y, en 2023 con Juanjo Isern.
Antonio Escudero, en una imagen de archivo
Ahora, como es vicepresidente económico de la FCF desde la marcha de Miquel Sellarés, se postula para alcanzar la presidencia, siempre y cuando no se descarrile de las directrices que le marca Calle. Están preparando esta candidatura, y se la ofrecerán a los clubs, alegando que es una candidatura nueva, transparente y sin corrupción.
Es posible, y no descartable, que Escudero jure ante la Biblia que no permitirá que nadie que esté manchado, por imputaciones de corrupción, pueda participar en su candidatura. Y quizás sea cierto. No veremos esos nombres delante, pero sí detrás. Así lo ha podido saber El Debate, después de que un miembro del PSC filtrase estos acuerdos, descontento con esta apuesta electoral, que tiene el plácet del actual consejero de Deportes, Berni Álvarez.
En el caso utópico o real que Escudero llegara a la presidencia de la FCF, la situación federativa se convertiría en la continuidad de la época Soteras, con toda su corrupción, manipulaciones y malas formas deportivas. Soteras se quedaría tranquilo, porque le taparían sus causas penales, gracias a Escudero y a su equipo de juristas liderado por Barbancho.
Calle mantendría su estatus económico, con un lugar en Madrid, en la Real Federación Española de Fútbol, pues esto ya lo tienen pactado. Por su parte Bonet, de rodillas y con mucho miedo, le pediría a Escudero que no saliera el dossier que Calle tiene preparado, con el cual podría entrar en prisión. El resto de federativos, que actualmente engañan a los clubs diciendo que todo es mentira, recuperarán su estatus, y continuarán engañando a los clubs, como han hecho hasta el momento presente.
En definitiva, se está construyendo una candidatura fake por parte de los actuales dirigentes de la FCF para no perder su estatus y su nivel económico. Una nueva forma de corrupción se está organizando y, como siempre, la fiesta la pagarán los clubs de fútbol catalanes con sus cuotas mensuales y anuales. A estos les importa el fútbol catalán; a los primeros, solo engordar sus bolsillos.