De Arte Sacra, la web que encuentra a Dios en el logo de Starbucks: «La belleza todavía es un baluarte»

El objetivo de la web De Arte Sacra es devenir oasis: un espacio tallado en la vorágine que es Internet «sin scroll ni brainrots», donde el foco se ponga en cómo obras de arte y textos teológicos maridan y se complementan. «El proyecto nace de intentar fusionar una profunda admiración hacia la ciudad de Roma y el modo en que iban calando en nosotros los estudios de Teología», explica a El Debate uno de los cuatro impulsores del portal, el arquitecto barcelonés David Teixidor.

Entre 2015 y 2016, Teixidor coincidió en Roma cursando estudios teológicos con los otros tres autores de De Arte Sacra –los sacerdotes Ferran Parcerisa y Enrique Sañoso, y el seminarista Marcel Busquets–, y entre los cuatro surgió una fértil amistad que originó esta web que pretende «generar un espacio contemplativo online», en el que pararse junto a –por ejemplo– un mosaico del siglo XII, el Cristo de San Juan de la Cruz de Dalí o una enigmática instalación de arte contemporáneo.

«Nos sale así, pero hay un convencimiento de fondo: que el ser humano es el mismo hoy que hace un millón de años, y que dentro de otros 40.000», explica Teixidor, convencido de que «los grandes temas que preocupan al hombre permanecen absolutamente invariables». De ahí que, con sano agnosticismo cronológico, en De Arte Sacra convivan Caravaggio o Rembrandt con artistas actuales o que vinculen un relieve románico en la catedral de Lucca con el sentido del logo de Starbucks.

«No creemos para nada –señala Teixidor– en la opción benedictina», e insiste en que «dado que todos los hombres estamos tocados por las mismas cuestiones, en una obra de arte realizada por alguien ateo pero que se haga las preguntas de forma verdadera habrá algo de cristianismo». «Sin ser ingenuos, tenemos un gran optimismo en todas las verdaderas manifestaciones de humanidad», remata.

La moda de Rosalía

De Arte Sacra dio recientemente el paso a Instagram, y –aunque se sienten cómodos siendo una web de escala «personal»– ya piensan en cómo invitar a más personas a sumarse a esta revolución digital contemplativa, en la que también han tocado el ítem del momento: «El disco Lux, de Rosalía, es una muestra de que la belleza es un baluarte que aún resiste, y que en el fondo siempre será atractivo», señala el arquitecto.

Más allá de la moda y las tendencias a veces ciclotímicas de la prensa, Teixidor sí constata que, aunque no tiene «nada claro» que haya un retorno a lo católico en la cultura, «sí hay una sed de trascendencia explícita que se manifiesta en el arte contemporáneo». El curador virtual cita ejemplos como la artista visual polaca Laura Makabresku, el pintor japonés y estadounidense Makoto Fujimura o el escultor italiano Jago.

En el contexto español, además de la citada Rosalía, señala nombres que entrarían en la ortodoxia católica –como la Fundación Vía del Arte– y otros que estarían fuera, pero que entran en la dinámica que describía antes, como el podcast Las hijas de Felipe o los músicos Gregotechno y Tarta Relena. «La belleza puede salvar en muchos sentidos: te lleva por encima de lo limitado para intentar tocar lo ilimitado, y esto sucede como máximo exponente en el catolicismo», señala.

Con otras palabras, Teixidor señala que «la belleza misma te deja herido, con nostalgia de una realidad que más o menos intuyes, pero que no has alcanzado», por lo que, en un mundo «líquido», se reivindica como vía para empezar a acceder al misterio de Dios. «Si alguien llegase a tocar algo de este misterio a través de nuestros posts, sería una pasada», asegura.