La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, a su llegada al aeropuerto de Barcelona-El Prat el domingo

La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, a su llegada al aeropuerto de Barcelona-El Prat el domingoEuropa Press

Cataluña

Colau exprime el serial de la flotilla como campaña de autobombo y no descarta saltar a la política nacional

Los Comunes reparten 10.000 panfletos pro-Palestina en Barcelona

La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau vuelve a estar de actualidad, tras pasar varias semanas en el Mediterráneo a bordo de la Global Sumud Flotilla, ser detenida por Israel al intentar entrar en Gaza y, finalmente, ser deportada de vuelta a España, donde pasó unos días ofreciendo entrevistas a unos y otros, a modo de campaña electoral.

Aunque en varias ocasiones Colau ha descartado su intención de ser ministra, voces de su entorno recogidas por ABC señalan que la líder de izquierdas estaría considerando dar el salto a la política nacional, bien como cabeza de lista por Barcelona en unas hipotéticas elecciones generales o, incluso, como sustituta de Yolanda Díaz al frente de Sumar, buscando el choque con Irene Montero.

Esta intención queda reforzada por los movimientos que han sacudido a su formación, Barcelona en Comú, en los últimos días. En la formación cunden las dudas sobre quién será el cabeza de lista en la próxima cita electoral, dentro de un año y medio. Hasta ahora todas las papeletas apuntaban a Gerardo Pisarello, pero hace unos días se postulaba el comunicador y activista LGTB Bob Pop.

En su momento Colau anunció que volvería a presentarse a la alcaldía de Barcelona. Este hecho ha quedado un poco difuminado por la candidatura de Pop. El primero actualmente está en la mesa del Congreso, mientras que el segundo tiene un pasado un tanto complicado, con polémicas que incluyen la confesión de haber «abusado» de hombres bajo el efecto de las drogas.

10.000 panfletos

Como sea, la pugna en Barcelona difumina la intención de Colau de luchar por Barcelona, y refuerza su posición de cara a establecerse en el Congreso. Mientras tanto, no obstante, su formación está exprimiendo el viaje de la flotilla para ganar credenciales de izquierda en Barcelona: su última acción ha sido repartir 10.000 ejemplares de un panfleto para denunciar la situación en Gaza.

Para ello, realizaron una recogida de fondos a través de Bizum, en la que pedían 20 euros por cabeza. También organizaron talleres de pancartas para usar en las manifestaciones pro-Palestina.

Aunque el contenido de esta publicación no se ha detallado, se sabe que el objetivo es sensibilizar y movilizar a la ciudadanía sobre el «genocidio» que consideran que está ocurriendo en Gaza. Esta publicación, no obstante, fue elaborada antes de pactarse el alto el fuego entre Hamas e Israel.

Colau intenta, así, recuperar el trono de «reina roja» de la política barcelonesa, un puesto que se ha ganado a pulso. Cabe recordar que, antes de que Israel la detuviese, Colau ya tenía grabado un vídeo, en el cual se la podía escuchar diciendo: «Hola, si estás viendo este vídeo es porque Israel nos ha detenido ilegalmente… Necesito que interactúes con este vídeo y compartas para que llegue a más gente».

La exalcaldesa Ada Colau, a su llegada al aeropuerto de Barcelona este domingo

La exalcaldesa Ada Colau, a su llegada al aeropuerto de BarcelonaEuropa Press

Si leemos los comentarios detenidamente, nos damos cuenta que todos ellos estaban pensados en obtener la fotografía de la detención y, con ella, convertirse o seguir siendo un personaje mediático. De la misma manera, todo lo que les llevó a ser detenidos se hizo intencionadamente, ya que la flotilla podía haber llegado a aguas territoriales de Gaza soslayando la zona de exclusión, navegando un poco más al sur, pero los organizadores no querían llegar.

¿Por qué? Muy fácil, querían que el mundo asistiese a su detención. También hubiesen podido llegar por tierra desde Egipto con camiones, pero entonces no llamarían la atención internacional, que era de lo que se trataba.

Todo este movimiento tiene como fin vender y reivindicar que Barcelona en Comú han sido los que han conseguido romper las relaciones con Israel: «Hemos vuelto a llenar los pueblos y ciudades de toda Cataluña para denunciar el ataque de Israel contra la Global Sumud Flotilla», decían, en referencia a las protestas organizadas a raíz de su detención. El conflicto de Gaza sirve al partido de Colau para ajustar cuentas con sus seculares enemigos del PSOE, a los que quieren erosionar para recuperar votos en las próximas elecciones.

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