El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, este martes en Barcelona
El PP presenta su plan de inmigración
Feijóo promete endurecer los requisitos para quedarse en España: «La nacionalidad no se regala, se merece»
El PP presenta su plan nacional de inmigración en Barcelona, tratando de ocupar «con firmeza» el espacio entre el PSOE y Vox
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado en Barcelona el plan nacional de inmigración con el que su formación busca ofrecer soluciones, han dicho, evitando dos extremos: el buenismo –en referencia al PSOE y a la izquierda– y el «populismo» de Vox.
Entre las diez medidas anunciadas –muchas de las cuales ya se habían venido adelantando estos días–, destaca la promesa de endurecer los requisitos para acceder a la nacionalidad española. «La nacionalidad no se regala, se merece», ha señalado Feijóo.
Además, el líder del PP ha señalado que esta condición «no puede ser un mero trámite administrativo». Los populares también han propuesto ligar la residencia de larga duración a la contribución laboral «y no al mero paso del tiempo». Feijóo ha criticado que España se haya convertido en un «refugio de subsidios» y ha insistido en que «quien vive al margen del esfuerzo común no puede tener los mismos privilegios».
Una autoridad única
Otras de las medidas enumeradas por Feijóo incluyen cuestiones que los populares ya habían adelantado, como su propuesta de unificar en una sola autoridad del Estado las competencias en inmigración, que ahora están «difuminadas en cinco ministerios», según el líder de la oposición. También han refrescado la idea de un visado por puntos para garantizar que el empleo sea la «puerta de entrada» a España.
«El canal legal de entrada hoy es lento, opaco, excesivamente burocrático y a menudo está colapsado», ha dicho, reclamando «fomentar de verdad» la contratación en origen y proponiendo un «visado temporal» mientras la persona recién llegada busca empleo. «Finalizado ese tiempo, si tiene trabajo se queda, y si no, se va».
Otra de las propuestas ha sido la inclusión de un nuevo tipo delictivo en el Código Penal para castigar a los menores extranjeros no acompañados (menas) que mientan sobre su edad. Feijóo también ha señalado que «siempre que sea posible debe promoverse el retorno al núcleo familiar de origen del menor», que la verificación de edad debe resolverse en 72 horas.
«Sin cuartel» contra las mafias
Uno de los puntos centrales del plan es la «lucha sin cuartel contra las mafias». En este sentido, Feijóo ha propuesto solicitar «en su totalidad» los recursos de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas de la UE (Frontex), y destinar «más agentes, no menos» a los puntos calientes de la frontera, como Ceuta y Melilla, las Canarias, el estrecho de Gibraltar o los aeropuertos.
Feijóo, a su llegada a Palo Alto, en Barcelona
También ha propuesto impulsar reformas legales para que España pueda perseguir los delitos de tráfico de personas en aguas internacionales si las víctimas son rescatadas por agentes españoles o llegan a costas nacionales, así como dotar a la Policía y a la Guardia Civil del equipamiento necesario para poder recoger pruebas en alta mar.
Feijóo también ha querido endurecer el tono al referirse a los inmigrantes que delincan: «La reincidencia no puede premiarse con la permanencia en España», ha dicho, exigiendo además que los delitos graves conlleven de forma «automática» la pérdida del permiso de residencia.
Por último, el presidente del PP ha señalado la necesidad de que los terceros países asuman su «responsabilidad» sobre sus ciudadanos y «no se desentiendan» de los procesos de devolución. Y también ha exigido «corregir la distorsión del sentido original» de figuras como el arraigo o el asilo: «Han de ser excepcionales y no ser la norma para la regularización automática», ha dicho.
«Ordenada, legal y humana»
Este decálogo es la respuesta del PP a la problemática de la inmigración, una solución que busca ser un ejercicio de funambulismo entre el «buenismo» y la «criminalización», y que trata de captar votantes tanto del PSOE como de Vox. «Reivindico nuestro derecho a hablar de la inmigracion en nuestros términos, ni duros ni blandos: firmes y consistentes», ha dicho Feijóo.
Se trata de una reforma que busca «devolver la legitimidad» al sistema y que toma como divisa tres palabras: propiciar una inmigración «ordenada, legal y humana». Feijóo también ha incluido una pulla a Junts y su intención de que Pedro Sánchez ceda a Cataluña las competencias de inmigración: «Es una competencia irrenunciable del Gobierno central».
Fernández y Ezcurra
Feijóo ha venido teloneado por el presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, que ha insistido en que «España no es un país racista», y que la «legítima» preocupación por la inmigración no responde al racismo, sino al «catastrófico» resultado de las políticas aplicadas al respecto.
Para Fernández, estas han incurrido en dos vicios: el «buenismo populista del ‘papeles para todos’ indiscriminado» y el «multiculturalismo mal entendido», que ha «consentido» prácticas «deleznables», y ha puesto como ejemplo la mutilación genital femenina. El líder popular catalán ha insistido en que un populismo «no puede ser combatido por un populismo de distinto signo pero equivalente», en referencia a Vox.
Alma Ezcurra, en el acto en Barcelona
También ha intervenido la eurodiputada y vicepresidenta de Coordinación Sectorial del PP, Alma Ezcurra, que ha enmarcado el debate señalando que la inmigración «no es un tema de moda», sino «una cuestión de país» que debe abordarse sin «buenismo ni fanatismo», con un reproche explícito a los «salvapatrias de salón»: «España –ha dicho– no se construyó sobre muros de odio».