Gabriella Gambino, del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, durante la jornada
Iglesia
Las universidades católicas de Barcelona se unen para reivindicar la «esperanza» en el final de la vida
La Jornada de Bioética 2025 reunió a representantes de la UAO, la UIC, la URL, el IESE y el Ateneu Sant Pacià para abordar el papel de la familia al final de la vida
Las cinco universidades católicas de Barcelona participaron este fin de semana en la Jornada de Bioética 2025 organizada por la Family Global Compact de Barcelona, un encuentro que abordó el acompañamiento de la familia en el final de la vida y el envejecimiento. «La esperanza nunca defrauda, tampoco al final de la vida», señalan desde la organización.
El evento vino apadrinado por la Pastoral Familiar del Arzobispado de Barcelona, cuyo director, Emili Puñet, fue el encargado de abrir el acto. En la jornada se reunieron expertos de los ámbitos médico, académico y pastoral de la Universidad Abat Oliba CEU (UAO), la Universidad Internacional de Cataluña (UIC), la Universidad Ramon Llull (URL), el IESE y el Ateneo Sant Pacià.
Según informa el arzobispado en un comunicado, en el evento participó el doctor Marc Grau, director del Instituto de Estudios Superiores de la Familia de la UIC, quien recordó la necesidad de «volver a enamorarnos del mundo y de la vida». Grau también celebró el crecimiento que está teniendo Family Global Compact, una iniciativa impulsada por el Papa Francisco.
«Portadores del Evangelio»
Por su parte, el obispo auxiliar de Barcelona, David Abadías, destacó la importancia de las personas mayores en la vida de la Iglesia, subrayando que los ancianos «son portadores del Evangelio de la vida» y desempeñan un papel esencial en la transmisión de sabiduría y esperanza.
El obispo auxiliar de Barcelona, David Abadías, durante la jornada
La doctora Gabriella Gambino, del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y principal impulsora del Family Global Compact a nivel mundial, analizó el cambio cultural que ha reducido la vida a una cuestión de mera autonomía, reivindicando la familia como un espacio de cuidado y relación durante la enfermedad y la fragilidad.
La doctora Montserrat Esquerda, decana de la Blanquerna-URL, profundizó en el duelo, recordando que «es el precio del amor» y que la sociedad actual ha perdido los rituales y las herramientas necesarias para afrontarlo adecuadamente.
Mesas redondas
La primera mesa redonda abordó el valor de una vida larga, el papel de las residencias como hogares llenos de dignidad, la importancia de la esperanza en el envejecimiento y las implicaciones del testamento vital.
La segunda mesa subrayó el papel de los cuidados paliativos integrales, que buscan aportar «vida a los días» más que «días a la vida», así como la distinción entre sedación paliativa y eutanasia, recalcando siempre el respeto incondicional por la dignidad de la persona.
La jornada concluyó con una llamada a acompañar la fragilidad como un auténtico privilegio, recordando que toda vida humana es un bien y merece ser cuidada hasta su último instante.
