Un grupo de amigos en una fiesta, en una imagen de archivo

Un grupo de amigos en una fiesta, en una imagen de archivoUnsplash

Verano

Tres pueblos catalanes declaran la guerra a las despedidas de soltero sexualizadas: hasta 1.500 euros de multa

Platja d'Aro, Lloret de Mar y Tossa de Mar se plantan contra los excesos de cierto tipo de turismo de borrachera

En el municipio ampurdanés de Platja d’Aro (Gerona) llevan años hartos de las despedidas de soltero «incívicas», que comportan el consumo de grandes cantidades de alcohol y conductas escandalosas y muy ruidosas que acaban molestando a los vecinos o a otros usuarios de la vía pública.

Tan hartos estaban que hace justo un año, por San Juan de 2024, entró en vigor un endurecimiento de la Ordenanza de civismo y convivencia ciudadana que contempla multas de hasta 1.500 euros para quienes incurran en estas conductas. «No se trata de prohibir las despedidas de soltero, porque a nivel normativo no podemos, sino actitudes como los disfraces sexuales o el exceso de ruidos», dijo el alcalde, Maurici Jiménez, durante el pleno municipal en el que se aprobó el texto, en mayo del año pasado.

En concreto, la ordenanza dice que «salvo autorización municipal para lugares concretos», está prohibido ir por la vía pública «con ropa o complementos que representen los genitales del ser humano, o con muñecos o muñecas o elementos de carácter sexual». El texto prevé multas de 750 euros por estas conductas, tipificadas como «infracciones graves», pero las sanciones podrían ser más elevadas.

La ordenanza distingue otra categoría de infracciones consideradas «muy graves» que se sancionarán con 1.500 euros de multa. El Ayuntamiento considera «muy graves» las conductas de menosprecio a la dignidad dirigidas a ancianos, menores o personas con discapacidad; las agresiones o coacciones físicas, y las actitudes de acoso entre menores en el espacio público.

No son los primeros

El Ayuntamiento de Platja d’Aro cumple un año siendo contundente contra estas actitudes, pero no es el primer consistorio catalán en declarar la guerra a este tipo de eventos. En abril de 2024, algo antes, otro municipio turístico de la costa gerundense, Lloret de Mar, aprobó una modificación de su Ordenanza de Civismo y Convivencia Ciudadana.

Esta norma prohíbe «mostrar muñecos u otros juguetes o complementos de carácter sexual, homófobo o misógino en el marco de fiestas o celebraciones tipo despedida de soltero». La ordenanza, como en Platja d’Aro, prevé sanciones de 750 euros para estas actitudes, que pueden subir hasta los 1.500 euros si se consideran «infracción grave»; por ejemplo, si «comportan un riesgo para la salubridad o la seguridad de las personas».

Sin embargo, los pioneros en Cataluña en regular las despedidas de soltero pasadas de vueltas fueron los vecinos de Tossa de Mar, también en la Costa Brava. Desde 2009 su ordenanza de civismo prohíbe «las despedidas de soltero en la vía y los espacios públicos que impliquen alboroto, gritos, cantos, silbidos, etc que puedan molestar a los vecinos», con multas de entre 200 y 400 euros.

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