Imagen aérea del Puerto de Valencia.

Imagen aérea del Puerto de ValenciaAPV

Comunidad Valenciana  La inestabilidad continúa en el tripartito valenciano por la ampliación del puerto de la capital

Compromís y Unides Podem cargan contra la obra mientras el PSPV-PSOE sigue equidistante ante los ataques al presidente del recinto portuario

No hay semana en que el Gobierno valenciano no se tambalee por alguno de sus tres costados. Parecía que tras haber aprobado la tasa turística sin fisuras y a escasas horas de hacer lo propio con los Presupuestos de la Generalitat, las aguas en el tripartito se calmarían o, al menos, los socios se darían una tregua.
Pero nada más lejos de la realidad. En esta ocasión, ha sido la ampliación del puerto de Valencia el asunto que ha roto la mala salud de hierro del Ejecutivo autonómico.
En un informe elaborado por la Dirección General de Costas, el Ministerio para la Transición Ecológica considera que dicha obra es, con algunas recomendaciones, «compatible» con los objetivos medioambientales previamente estipulados por el organismo.
Esta decisión ha supuesto un espaldarazo a las propuestas de vecinos, comerciantes y empresarios de la zona, que veían en la ampliación una oportunidad para que la ciudad creciera económica y socialmente.
En cambio, a quienes no ha sentado muy bien el dictamen del departamento encabezado por la ministra Teresa Ribera ha sido a dos patas del Gobierno regional, concretamente a las situadas a la izquierda del Partido Socialista.
Horas después de conocerse el escrito, la portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas, Papi Robles, ha reiterado la postura de su formación de oponerse tajantemente a que el puerto de Valencia se amplíe.

Acusaciones de «oscurantismo»

Para justificarla, se ha escudado en argumentos medioambientales, asegurando que las emisiones de CO2 «aumentarán» por ser una obra «megalómana» que va «en contra de los intereses de la ciudad». Por tanto, Robles y Compromís no la ven «necesaria».
Mismos argumentos comparte Unides Podem. Su diputada en el parlamento autonómico Estefanía Blanes ha fundamentado la posición de no llevar a cabo la ampliación en que no tiene «la necesidad ahora mismo» y, al igual que Robles, ha hecho mención a la «no compatibilidad» que supondría a la hora de luchar contra la «emergencia climática».
Sin embargo, contra quien más han cargado tanto la nacionalista como la comunista ha sido contra el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), el socialista Aurelio Martínez.
La portavoz de Compromís le ha acusado de ejercer el «oscurantismo» al que, por otra parte, señala que ya les tiene «acostumbrados», por lo que le ha instado a actuar de manera «transparente».
En la misma línea, Blanes ha acusado a Martínez de «no querer» ir a las Cortes Valencianas a explicar el proyecto de ampliación del puerto por haber «cambiado de estrategia».
Asimismo, la parlamentaria 'morada' se ha preguntado si su ausencia se debía a que el tema no es «de su interés» o, simplemente, «no le convenía hacer declaraciones».
En este caso, cabe destacar que Martínez, como presidente de la APV, no tiene que rendir cuentas ante la Cámara regional, sino ante las Cortes Generales.
Quizás por eso, y ajeno a estos ataques por parte de Compromís y Unides Podem, Martínez ha seguido su hoja de ruta y, lejos de entrar a valorarlos, se ha limitado a afirmar que la licitación del proyecto de ampliación será una realidad en los primeros meses de 2023 con una subida del presupuesto inicial debido a los efectos de la inflación.
Esta nueva polémica en el tripartito adquiere una especial relevancia no solo por la envergadura de la infraestructura a construir y su impacto, sino porque en ella están implicadas las tres administraciones principales: local, autonómica y general.
Así pues, el alcalde la ciudad, Joan Ribó, se ha unido a sus compañeros de Compromís y a Unides Podem para rechazar la obra, criticando el informe del Ministerio porque la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), a su juicio, «no está».
En este sentido, ha reprochado a Transición Ecológica haber hecho un «juego», según el cual el ministerio «entre el sí y el no se ha quedado en la mitad aproximadamente».
A Ribó, ese asunto le «preocupa» y teme, sin aportar documentación al respecto, que no tenga «la evaluación jurídica suficiente como para que pueda funcionar en un futuro» porque considera que hay «piezas que encajan mal».
Por ello, el alcalde valenciano ha confirmado que el proyecto, si no tiene la DIA que reclama el primer edil, resulta «evidente» que «no contará» con su apoyo.
Por si fueran poco los invitados, la recién nombrada consejera para la Transición Ecológica, Isaura Navarro, ha señalado directamente al ministerio al creer que es «más evidente que nunca» la necesidad de una nueva revisión del impacto ambiental de la obra.
En esta difícil ecuación que es el tripartito de izquierdas, llama la atención la postura adoptada por el PSPV-PSOE. Equidistante, no ha defendido al presidente de la APV de las acusaciones de sus propios aliados de coalición, pero tampoco ha apoyado abiertamente que la ampliación del puerto de Valencia siga adelante.
De hecho, la diputada socialista en el parlamento regional Mercedes Caballero se ha ceñido a indicar que el informe de la discordia elaborado por el ministerio de Teresa Ribera no es el «definitivo» y que aún queda «el visto bueno» del Consejo de Administración del Puerto.
Las obras de ampliación están respaldadas, además, por las tres fuerzas de la oposición autonómica. El Partido Popular, en voz de su secretaria General y candidata a la alcaldía de Valencia, María José Catalá, ha calificado el proyecto de «fundamental» para el «futuro» de la ciudad y de la Comunidad.
De este modo, ha pedido a las formaciones de izquierdas que dejen de «boicotear» la ampliación y de hacer «dobleces». Catalá he hecho esas declaraciones en relación a que ninguno de los tres partidos que se oponen a las actuaciones en Valencia hacen lo propio cuando se trata del recinto de Barcelona: «Le pediría al alcalde Ribó que deje de estar con ERC y que empiece a estar con su ciudad para seguir manteniendo ese liderazgo que tiene el Puerto de Valencia», ha señalado Catalá.
Por parte de Ciudadanos, su diputada Mamen Peris cree que el informe de Costas es «una buena noticia» porque «calla muchas bocas» a la gente que ha puesto «palos en las ruedas» a la mejora de una «infraestructura estratégica» de la que los valencianos han de sentirse «orgullosos».
Finalmente, la portavoz de Vox en las Cortes Valencianas, Ana Vega, se ha mostrado satisfecha de que se haya permitido la ampliación del puerto de Valencia.
Asimismo, ha rechazado «bloquear el crecimiento» de la ciudad y la Comunidad «en aras de predicar una religión climática y aplicar una política ecorradical para que no haya progreso»: «Eso no es trabajar por la ciudadanía», ha concluido Vega.
Pese a todo ello, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha indicado que «no hay motivos» para un adelanto electoral.
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