El presidente de Mercadona, Juan Roig

El presidente de Mercadona, Juan Roig

Comunidad Valenciana  La aportación de Juan Roig a la sociedad que Belarra calla: 95.800 empleados y 1.957 millones en impuestos

Los orígenes de Unidas Podemos se basan en el odio al discrepante y en el señalamiento público a todo aquél que no piensa como los dirigentes de la formación quieren que piense.
Por ello, a pocos sorprenderá que a lo largo de sus diversas marcas –Podemos, Unidos Podemos y, por ahora, Unidas Podemos– el partido siga utilizando esta clase de prácticas para colocar sus postulados ideológicos a toda costa.
El último en sufrir la inquina podemita –antes lo padeció, entre otros muchos, el dueño de Inditex, Amancio Ortega–ha sido el presidente de la cadena de supermercados Mercadona, Juan Roig.
En un acto de partido el pasado sábado, la ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, llamó a Roig «capitalista despiadado» y le acusó de estar haciéndose «de oro» y «llenándose los bolsillos» aprovechando la compleja situación que se vive a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
Esta actitud, en opinión de la ministra, resulta «indecente» y para combatirla propuso soluciones «más efectivas y baratas» como «la intervención pública de la economía».

«Riqueza y bienestar»

Las palabras de Belarra tuvieron un eco más que notable y, aunque incluso parte de la izquierda las ha rechazado, sus compañeros de filas sí las han secundado. Con ello, han hecho que se vea envalentonada para continuar con su discurso inflamado: «No hay nombre propio, por pomposo que sea, que esté por encima del derecho a una alimentación asequible», ha mantenido.
Sin entrar en el barro buscado por los morados, fiel a su estilo discreto pero directo, las únicas referencias de Roig a las aseveraciones de la ministra han sido para reivindicar el papel de los empresarios a la hora de generar «riqueza y bienestar». También, en un sutil mensaje, ha hecho un llamamiento a las autoridades a saber «gestionar» esa riqueza para evitar el «enfrentamiento».
De este modo, más allá de la ideologización extrema y cotidiana que busca la formación comunista fundamentado en una visión divisoria de la vida social, basta ver las cifras de Mercadona y otros proyectos de Roig para comprobar el nivel de sectarismo y odio de Belarra y los suyos.
Según se desprende de la Memoria Anual de Mercadona de 2021, tan solo en la cadena de supermercados el empresario valenciano emplea a 95.800 personas (93.300 en España y 2.500 en Portugal). Esta cifra supone que Mercadona represente el 3,7 % de todo el empleo nacional.
De ellas, el 61 % son mujeres. Igualmente, la dirigente podemita ignora o calla que todos los trabajadores pueden, si así lo desean, ampliar treinta días el permiso por nacimiento de un hijo. De buen seguro que a la ministra de Asuntos Sociales estos datos le servirán para calmar su desasosiego.
Además, el salario mínimo establecido por Roig supera con creces el estipulado por la compañera de Belarra –de bancada azul al menos–, Yolanda Díaz. El de los supermercados valencianos se sitúa en 1.425 euros brutos (1.242 netos) al mes, que a los cuatro años se eleva hasta los 1.929 euros brutos o 1.571 euros netos mensuales.

Impuestos millonarios

La actividad de Mercadona es tal que, sumando los empleos directos y los indirectos, se alcanzan los 660.751 puestos de trabajo. Igualmente, el aporte de la cadena al Producto Interior Bruto (PIB) español es del 2,09 %, es decir 25.172 millones de euros a fecha de 2021.
Con todo ello, cabe destacar la enorme aportación fiscal de los establecimientos de Roig al erario público.
Según se detalla en la Memoria, los datos revelan que el total de impuestos pagados por Mercadona en 2021 fue de 1.957 millones de euros. Por partidas, 780 millones fueron a la tesorería de la Seguridad Social, 389 en concepto de IRPF y 296 de IVA. Además, abonó 197 en el impuesto de Sociedades y 142 en otros gravámenes y tasas de todo tipo.
Aún así, la gestión de Roig permitió que Mercadona, tras pagar casi dos mil millones al fisco, tuviera un resultado después de impuestos de 680 millones de euros. Por tanto, es de suponer que el Ministerio de Hacienda le estará agradecido al valenciano, ya que entre actividad directa e indirecta le genera al departamento de María Jesús Montero un flujo superior a los 9.000 millones.
Complejo de Marina de Empresas, en el puerto de Valencia, sede del triple proyecto de Juan Roig de apoyo y financiación al emprendimiento.

Complejo Marina de Empresas, en el puerto de Valencia, sede del proyecto de Juan Roig en apoyo al emprendimiento.MARINA DE EMPRESAS.

El sector de la alimentación no es la única actividad de Roig. Desde hace muchos años, el empresario está comprometido con los emprendedores y la innovación.
Fruto de esa pasión, el valenciano lanzó Marina de Empresas, el denominado «gran polo emprendedor del Mediterráneo».
Dando un «apoyo completo al emprendimiento», la iniciativa consta de tres patas que se complementan entre ellas.
La formación se imparte en la Escuela de Empresarios (EDEM), donde se fomenta el liderazgo, el emprendimiento y, el lema vital favorito de Roig, la cultura del esfuerzo.
La siguiente fase tiene lugar en Lanzadera. Allí, a través de financiación aportada por el propio empresario, los proyectos innovadores refuerzan el «valor» a aportar a la sociedad «implantando un modelo empresarial sólido».
Finalmente, el programa Angels tiene como misión «invertir» en las empresas que hayan nacido en el entorno de Marina de Empresas y que, por tanto, compartan sus «valores». En total, los beneficiados se cuentan por miles gracias a la inversión millonaria del empresario criticado por Belarra.
Por si todo lo anterior no fuera suficiente, está en construcción el Roig Arena, un espacio multiusos donde, además de jugar como local el Valencia Basket que el propio Roig preside, servirá para albergar conciertos y demás acontecimientos con capacidad para 18.600 espectadores. Todo, de nuevo, con una inversión de 280 millones de euros aportada exclusivamente por el dueño de Mercadona.
A todo esto hay que añadir la «dinamización» de la zona donde se está levantado con la construcción de un parque público de 20.000 metros cuadrados e infraestructuras para el colegio público Les Arts, muy cercano al futuro recinto.
La labor social que Roig está llevando a cabo también es compartida por su esposa, Hortensia Herrero, que preside la fundación homónima.
Con el fin de «recuperar, proteger y promocionar» el patrimonio artístico, Herrero se encargó de la restauración de los frescos de la céntrica iglesia de San Nicolás, considerada la 'Capilla Sixtina' de Valencia.
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