Mónica García, Teresa Ribera y Diana Morant, en un acto institucional

Las ministras Teresa Ribera y Diana Morant, en un acto institucionalEuropa Press / A. Pérez Meca

La protección a Teresa Ribera por el 9-J compromete a un PSPV-PSOE cada día más aislado respecto a la Albufera

La candidatura de la todavía responsable de Transición Ecológica impide que Morant tenga un discurso propio sobre el Parque Natural frente al descontento generalizado acerca de la gestión de su compañera

El PSOE inicia este jueves la campaña de cara a las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Lo hará en Valencia en un mitin en el que se concentrarán varios pesos pesados de la formación. Entre ellos, destacan las figuras de la líder del PSPV y ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, la vicepresidenta tercera, todavía titular de Transición Ecológica y cabeza de lista socialista en la cita con las urnas, Teresa Ribera, y el propio jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.

Como es de suponer, con la fecha del 9-J marcada en rojo en el calendario de Ferraz desde hace tiempo, entre los mensajes que se querrán trasladar y escenificar estará el de la unidad. Sin embargo, el asunto de los aportes de agua al Parque Natural de la Albufera de Valencia no es el más agradable para la federación del puño y la rosa en la Comunidad. Lo relacionado con el agua suele ser espinoso políticamente hablando y, por tanto, bastante peligroso en campaña. De hecho, los de Morant, hace un año comandados por Ximo Puig, ya sufrieron las consecuencias de ello con el trasvase Tajo-Segura.

Aún así, a escasos 20 días de que abran los colegios, la consigna en el PSOE parece clara y es ensalzar la figura de su candidata ante todo para, sino dar la sorpresa y ganarle al Partido Popular, sí al menos acercarse lo máximo posible y evitar hablar de una hecatombe. Con ese contexto como base, resulta llamativo que Morant quiera evitar (salvo por preguntas de los periodistas) hablar de la Albufera y, en cambio, sí lo haga cómodamente sobre la «derecha y la ultraderecha» o, incluso, para atacar al presidente argentino, Javier Milei.

Reproches de Mazón y Catalá

El argumentario socialista, tanto en su versión de partido como en la de Gobierno, asegura que la gestión del Ministerio con el paraje levantino es ejemplar en todos los sentidos y que cualquier acción que se haya tenido que llevar a cabo así se ha realizado. Esta versión triunfalista y alejada de la autocrítica y de tender puentes entre administraciones no la comparten el Ayuntamiento de Valencia ni la Generalitat, que acusan a Ribera de haber enviado solo dos hectómetros cúbicos de los 50 prometidos.

Teresa Ribera y Diana Morant

Teresa Ribera y Diana MorantEuropa Press / Eduardo Parra

En este sentido, la posición esquiva cuando no se le cuestiona por ello de Morant o la de cerrar filas con su compañera y, por ende, con su secretario general está situando al PSPV-PSOE en una situación aislada y que va en aumento cada día que pasa. Es más, el reproche que Compromís le hace a la regidora levantina, María José Catalá, por querer llevar al Ministerio ante los tribunales no es por el mero hecho de hacerlo, sino porque consideran que esa decisión llega «tarde». Por tanto, ni los que hasta hace unos meses eran sus socios y lo siguen siendo en varias materias respaldan la actitud de los socialistas.

Por si este hecho no fuera de especial relevancia, Ribera intervendrá en Valencia para defender la papeleta de su partido horas después de que las Cortes autonómicas le reprueben con los votos del Partido Popular y de Vox. Naturalmente, los diputados socialistas votarán en contra, pero, en línea con lo anterior, el portavoz de Compromís en la Cámara regional, Joan Baldoví, evita hacer una defensa pública de la responsable de Transición Ecológica y «más que reprobar» a la ministra, aboga por «buscar soluciones» a la situación del lago y para ello reclamará la constitución de una mesa de diálogo. Es decir, marca mucha distancia entre ambos.

Por tanto, las urgencias con las que tanto el PSOE como Sánchez afrontan las elecciones europeas están comprometiendo sobremanera el relato de Morant más allá de la habitual retórica 'sanchista', con términos como «bulos», que estaría evidenciando su dependencia de Ferraz y que, al menos hasta que pasen los comicios comunitarios, seguirá ensalzando las políticas practicadas por una Ribera cuya protección por parte de sus colegas no evita haber causado una indignación no solo en el sector político, sino también en el social en la zona de la Albufera.

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