Cartel en un vehículo aparcado en Alboraya.
La súplica de los vecinos de Alboraya a los ladrones de cada día: «Por favor, no me entres a robar»
Una única patrulla policial se encarga de proteger a los 26.000 habitantes del tercer municipio más grande del área metropolitana de Valencia
El área metropolitana de la ciudad de Valencia es un ente abstracto que se une y se separa de la capital con suma facilidad por meros intereses. Para la movilidad hay que buscar el acuerdo, pero la seguridad ya depende de cada municipio. La particularidad es que, por ejemplo, Valencia y Alboraya están separadas por una simple calle en la Patacona y por una rotonda en Orriols. Nunca una separación tan mínima ha significado tanto.
Sólo una patrulla de Policía Local protegía a los 26.000 vecinos que entre los tres núcleos de población tiene la cuna de la horchata. Resultado: prácticamente cada noche hay robos y entradas a viviendas. Así constan en los datos del Ministerio del Interior y así lo muestran los vecinos. La situación ha llegado hasta tal punto que la población ha colocado carteles en los vehículos 'suplicando' a los ladrones que «no me entres a robar».
Según ha podido saber El Debate de fuentes de toda solvencia, esta misma semana se han registrado la entrada con fuerza y robo en una vivienda en el núcleo urbano, la quema de hasta ocho vehículos en la calle y el robo en varios coches en la Patacona. Las mismas fuentes señalan que «hasta la firma de un nuevo convenio sólo una patrulla policial» se encargaba cada noche de proteger a los 46.000 vecinos que tiene Alboraya. Es decir, dos agentes, más uno de apoyo en dependencias policiales, para intentar salir al paso de la criminalidad persistente. El nuevo marco legal incrementará la presencia policial, pero el hartazgo de los vecinos ha llegado al máximo posible.
La situación que se vive en la Patacona es especialmente llamativa. Su separación con la ciudad de Valencia es de una calle, lo que le puede hacer concretamente vulnerable ante ladrones residentes en la zona marítima de la capital. Recientemente los vecinos de este punto de Alboraya tuvieron que reducir a un delincuente que estaba atacando a vehículos estacionados a plena luz del día, a primera hora de la tarde. Un simple paseo permite ver vehículos con carteles como «No me entres a robar» o «Coche vacío. Guanteras abiertas y maletero descubierto. Por favor no rompa la puerta». Eso entre coches con la cinta policial y la ventana rota.
En el núcleo urbano la situación tampoco es que mejore. La Policía Local comunicaba a través de redes sociales de la detención de un hombre que había perpetrado «un robo con violencia e intimidación en un establecimiento del centro de la población», adjuntando la imagen de un cuchillo de casi 30 centímetros de longitud. En otra vivienda han entrado a robar y hasta ochos vehículos han aparecido quemados en el Paseo de Aragón, una de las calles principales del casco urbano.