Imagen de archivo del último partido entre Girona y Villarreal.

Imagen de archivo del último partido entre Girona y Villarreal.Europa Press / Javier Borrego

Del Girona al Vila-real: el PSOE y Compromís aspiran a catalanizar el fútbol valenciano

Ningún club profesional del País Vasco, Baleares y Galicia ha cambiado su denominación a la lengua autonómica como pretende la izquierda en la Comunidad Valenciana

Entre Compromís y PSOE quieren conseguir en la Comunidad Valenciana una cuestión que ni EH Bildu ha planteado en el País Vasco. Así de sorprendente es la realidad en la que viven ciertos sectores de la izquierda valenciana, quienes intentan que cualquier atisbo poder se traduzca en imposiciones de sus principios ideológicos. El resultado: municipios que han cambiado de nombre, calles a supuesto líderes sociales y nuevas fiestas inventadas. Ahora la guerra ideológica apunta al fútbol.

Tal y como informaba este viernes El Debate, la vicealcaldesa Vila-Real, la militante de Compromís María Fajardo, acudió a Barcelona para en un encuentro de entidades independentistas catalanas expresar unas intenciones políticas ciertamente llamativas. Es más, no hay ejemplos de calado en el deporte profesional que sustenten la última ocurrencia de Compromís: querer que el equipo de fútbol de Villarreal «normalice su nombre» y pase a llamarse en valenciano Vila-real.

Fajardo, quien arremetió duramente contra el presidente y dueño del Villarreal CF, Fernando Roig, en términos como «ya sabemos de qué pie cojea», admitió ante sus compañeros independentistas que este cambio de nombre «nos está costando mucho». La injerencia de la política de la izquierda entra en un nuevo escenario. Tras intentar de ideologizar ámbitos como el social y el cultural, ahora toca el deporte.

Compromís quiere que el Villarreal CF pase a llamarse «Vila-real CF», un cambio de nombre deportivo que no se encuentra en ningún otro lugar de España con dos lenguas oficiales. Lo que la coalición catalanista pretende con su propuesta es que una entidad privada deba adaptar su nomenclatura a unos criterios políticos impuestos. Es decir, la completa injerencia de la Administración en la decisión de un propietario privado. De formalizarse este cambio se sentaría un precedente único y peligroso.

Ni València CF ni Llevant UE

Ese «normalizar» el nombre no se ha seguido en otros puntos de España, pero es que tampoco en la Comunidad Valenciana. El Valencia CF no tiene en su nombre oficial el acento abierto en la 'e' con el que Joan Ribó cambió la nomenclatura de la capital. Es Valencia CF, no València CF. Lo mismo ocurre con Elche, por ejemplo, donde el equipo franjiverde mantiene su nombre oficial en castellano y no en valenciano. En la misma ciudad de Valencia, otros dos ejemplos: de forma oficial es Levante UD y no Llevant UE y es Valencia Basket y no València Basket. No constan propuestas políticas para haber cambiado dichos nombres oficiales.

Fuera de la Comunidad Valenciana tampoco hay ejemplos que sostengan la idea de Compromís. Ni en Cataluña. En Barcelona hay un ejemplo muy claro. Esta el equipo del Espanyol, que sí tiene su nombre en catalán, pero no así el inicio de la nomenclatura oficial, que es Real Club Deportivo Espanyol. Sólo el Gerona pasó a llamarse Girona a mediados del siglo pasado. Tanto el FC Barcelona como en equipo gerundense son ejemplos de utilizar el fútbol para visibilizar la causa independentista, ya que ambos han lucido equipaciones completamente amarillas para apoyar el movimiento rupturista con España.

Nombres en castellano en el País Vasco

La última ocurrencia de Compromís tampoco tiene argumentos en Galicia, donde el Real Club Deportivo de La Coruña no cambió su nombre parar ser de A Coruña, por ejemplo.

Ni en el País Vasco han ido tan lejos con obligar a que un equipo de fútbol «normalice» su nombre oficial. El Athletic Club mantiene su título en inglés, mientras que la Real Sociedad y el Deportivo Alavés conservan su nomenclatura en castellano, al igual que la Sociedad Deportiva Eibar. Hasta el Club Atlético Osasuna mantiene su nombre pese a la imposición del vasco en Navarra.

Los políticos, a veces, hablan más por conciencia ideológica que por lógica común. Imponer, o intentar provocar, a una empresa privada para que asuma las tesis más extremas es una grave injerencia ya solamente en que se proponga. Hace sólo un mes el independentismo catalán celebraba que en la Liga 2025-2026 habrá «ocho equipos de los 'países catalanes'». Compromís ha querido hacerse de notar en un acto meramente catalanista, ha querido ser más independentista que todas las formaciones que se dieron cita en un encuentro de «municipios activos por el catalán» bajo la organización de la 'Plataforma de la Llengua'.

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